El profesor Tec de las historias: cautiva con su pasión por el arte

En los salones del Tec de Monterrey campus Laguna se encuentra Jesús González Encina, quien se autodenomina “el profesor de las historias” y que a través de sus clases busca que la comunidad estudiantil entienda la importancia del arte, potencialice su creatividad y desarrolle un espíritu crítico.

González Encina es profesor de la Escuela de Estudios Creativos. Ahí, imparte clases de historia de la arquitectura, diseño y arte, así como tópicos sobre cultura e historia mexicana y el arte en las Escuelas de Negocios e Ingeniería y Ciencias.

Además de su labor docente, es autor de artículos sobre el arte en la revista cultural Siglo Nuevo, ha participado como conferencista cultural en La Laguna y es investigador arquitectónico en Torreón.

El catedrático egresó de la Licenciatura en Diseño Gráfico, realizó diplomados en Historia del Arte y el Arte Prehispánico y enseguida realizó una Maestría en Arte Contemporáneo, desarrollo que le ha llevado a tener un sentir particular por el arte.

“Pienso yo que el arte es el mejor espejo de la historia y de la humanidad. A mí lo que me gusta es compartir esta pasión y yo creo que eso es lo que me permite conectar con los alumnos”, dijo el profesor.

“El arte es el mejor espejo de la historia y de la humanidad”.

Inspirar alumnos a través de la historia, el método de profesor Tec

En la Escuela de Estudios Creativos del Tec de Monterrey campus Laguna se cursa la carrera de Arquitectura; y es en esta en la que Jesús González Encina tiene por objetivo inspirar a los alumnos a través de la historia.

Para “el profesor de las historias”, la arquitectura es algo excepcional porque el ser humano siempre ha vivido en comunidad y en ciudad.

Desde su perspectiva, el arquitecto tiene una gran importancia pues genera espacios que permiten a los ciudadanos vivir en un entorno adecuado y mucho mejor en sociedad.

“La arquitectura es el más espectacular reflejo de la civilización, como parte también de los objetos ricos que nos han dejado. La arquitectura nos asombra, nos maravilla y yo creo que es una de las meditaciones más espectaculares del ingenio humano”, dijo el profesor.

Lo anterior lo complementa yendo más allá de los programas académicos, pues busca compartir su pasión por el arte y conectar emocionalmente con los estudiantes a través de su entusiasmo por los temas.

“Yo hablo con la pasión que tengo sobre el arte, yo creo que puedo conectar con los muchachos para que conozcan más sobre el maravilloso mundo que viene siendo el arte”, comentó.

Su método incluye analizar el contexto histórico, político y religioso de las obras de arte, lo que permite a los estudiantes entender mejor el significado y la relevancia de las obras.

Desde su perspectiva, todo ser humano debería tener derecho a amar, apreciar y contemplar el arte, por eso, para él es un placer dedicarse a lo que ama: su pasión por el arte, arquitectura e historia.

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