La Escuela de Arquitectura, Arte y Diseño del Tec reinauguró la Cátedra Luis Barragán con una ponencia de los arquitectos Jean Pierre Crousse y Sandra Barclay
Por Mónica Torres | Redacción Nacional CONECTA - 20/05/2025 Fotos Ana Serna, Shutterstock

La Escuela de Arquitectura, Arte y Diseño (EAAD) del Tecnológico de Monterrey invitó a reevaluar el significado e importancia de la disciplina arquitectónica como un servicio de transformación social con el regreso de la Cátedra Luis Barragán.

El relanzamiento de la Cátedra Luis Barragán representa mucho más que una iniciativa académica; es una invitación a imaginar nuevos futuros desde la arquitectura. 

“Creo firmemente que desde aquí surgirán ideas capaces de transformar vidas y comunidades, y de reconfigurar nuestra manera de habitar el mundo”, compartió Juan Pablo Murra, rector del Tec de Monterrey, al reinaugurar la cátedra.

Según Alfredo Hidalgo, decano nacional de la EAAD, tras 25 años del nacimiento de la cátedra, la reactivación de esta surge como respuesta al contexto global actual y la necesidad de actuar desde la región latinoamericana.

“La cátedra renace con un énfasis en la arquitectura latinoamericana, cómo una manera de conocernos y reconocernos por nuestras coincidencias culturales, sociales, ambientales”.


 

El rector del Tec señaló que ante un contexto rodeado por desafíos urgentes como el cambio climático, el bienestar emocional y la necesidad de reconectar con la naturaleza, la Cátedra Luis Barragán se convierte en un espacio de pensamiento crítico. Foto: Ana Serna
Juan Pablo Murra

Cátedra Luis Barragán ante los retos actuales de la arquitectura

A un año de celebrar el 80 aniversario del programa de Arquitectura en el Tec, Hidalgo resaltó cómo esta nueva etapa de la cátedra busca abordar los retos actuales de la arquitectura mediante un enfoque integral y una perspectiva compartida.

“Hoy tenemos renovados retos, por ello lo significativo de poner en valor y en conversación las prácticas que se consideran que van en ese camino (...) pensando en qué podemos hacer las y los arquitectos para el entorno compartido construido.

“Convocamos a fortalecer desde aquí una conversación necesaria, así como a sumarnos a aquellas otras que también lo busquen. Nos interesa identificar prácticas maduras y con futuro que han construido e impactado positivamente”.

 

“Aquí surgirán ideas para transformar vidas y comunidades, y de reconfigurar nuestra manera de habitar el mundo”.- Juan Pablo Murra.

 

Alessandra Cireddu, directora nacional del programa y líder de la cátedra indicó la intención de construir un espacio de reflexión crítica, profunda y propositiva desde lo que significa actualmente proyectar, habitar y transformar el mundo

“En este relanzamiento queremos explorar lo que significa hacer arquitectura en un contexto global marcado por la crisis climática, las desigualdades sociales y la urgencia de construir espacios que respondan a necesidades colectivas.

“Inspirados en el legado de Luis Barragán, quien supo encontrar la belleza en lo cotidiano y la trascendencia en lo sencillo, proponemos un espacio para compartir desde la empatía, la generosidad y la disposición de repensar nuestra práctica”. 

Diego Rodríguez, decano asociado de facultad añadió:

Compartimos el objetivo de sensibilizar y enriquecer a estudiantes, profesores y profesionales de la arquitectura sobre el significado y la importancia de la disciplina como servicio para el desarrollo integral de la sociedad”

 

El decano nacional de la EAAD, Alfredo Hidalgo, señaló la importancia de sumarse a las conversaciones de peso y actuar como protagonistas en lugar de observadores. Foto: Ana Serna
Alfredo Hidalgo

Perspectiva latinoamericana como corazón de la cátedra 

Para Alessandra Cireddu es necesario mirar hacia Latinoamérica como una región desde donde se está creando una visión de la arquitectura profundamente relevante y particular.

Desde Europa se marcó el desarrollo de la arquitectura en América Latina, dejando un legado sólido en términos de lenguaje, técnica y pensamiento moderno. 

“Sin embargo, en el contexto actual estamos asistiendo a un giro significativo en el que las prácticas latinoamericanas están adquiriendo un protagonismo creciente en el escenario global”.

Cireddu aclaró que este protagonismo no responde sólo a cuestiones estéticas, sino a una serie de valores y enfoques que emergen desde la especificidad de la diversidad de contextos dentro de la misma región.

La líder de la cátedra dijo que países como México, Perú, Chile y Colombia, por mencionar algunos, han propuesto acercamientos a la disciplina que reconocen las desigualdades, la riqueza material y las múltiples formas de habitar este territorio.

Estas prácticas están poniendo de manifiesto una arquitectura de soluciones sensibles situadas y profundamente arraigadas en lo local, alejadas de la acción industrializada predominante en otros lugares del mundo. 

“Por estas razones es que la Cátedra Luis Barragán quiere adoptar como eje el estudio, la difusión y reflexión entorno y desde las prácticas arquitectónicas de América Latina”.

 

Los arquitectos Jean Pierre Crousse y Sandra Barclay subrayaron la necesidad de hacer arquitectura con sentido y de pensar más allá de lo que se percibe como posible, innovando en el transcurso de redefinir los límites como bordes. Foto: Ana Serna
Sandra Barclay y Jean Pierre Cross

De los ‘límites a los bordes’, una visión disruptiva

Con la presencia de los arquitectos Jean Pierre Crousse y Sandra Barclay del despacho Barclay & Crousse, la cátedra reinició actividades con una revisión que buscó desafiar a los estudiantes a romper con el paradigma local.

En una charla en campus Monterrey, los ponentes presentaron sus reflexiones sobre el concepto de límite y borde en la disciplina, diferenciando ambos términos en relación a su impacto y función en el espacio arquitectónico.

“El límite se percibe como una demarcación que separa un espacio de otro, es una frontera literal entre lo que entendemos como el interior y el exterior, lo que nos separa del peligro, el caos y las complejidades exterior”, señaló Crousse.

En contraste, el borde se entiende más como una zona de transición o una interfaz, un espacio de interconexión que ofrece flexibilidad y permite el diálogo entre diferentes contextos, aclaró Barclay.

Los panelistas explicaron cómo el borde puede ser considerado como un lugar para la interacción social y la experiencia compartida, algo que en la arquitectura puede dar lugar a la planeación que gire en torno a esta idea.

Ambos ponentes enfatizaron cómo un borde bien diseñado crea a la par una relación armónica con el entorno natural, en lugar de simplemente aislar espacios, facilitando las relaciones interpersonales y con sus alrededores.

 

Estudiantes como Joaquin Rangel (der.) y Regina Alvarado (izq.) de la EAAD presentaron sus propuestas de intervención durante el primer día del relanzamiento. Foto: Ana Serna
Estudiantes EAAD

Arquitectura arraigada en lo local

Como cierre de esta primera edición del regreso de la Cátedra de Luis Barragán, Barclay y Crousse reflexionaron sobre cómo dar sentido y valor al ejercicio arquitectónico. 

Pensábamos en cómo dar valor al ser radicales en el sentido de radicar en nuestros lugares como el punto de partida para poder ser locales, dando una respuesta que sea a nivel global.

Se trata de cómo entendemos nuestro territorio, nuestro paisaje, el de nuestras sociedades para, a partir de ahí, comenzar a generar procesos de diseño que sean pertinentes”, señaló Crousse.

Utilizando su propia experiencia con intervenciones de arquitectura tanto en LATAM como en Europa, los ponentes remarcaron la significancia de tomar en consideración los elementos geográficos, geológicos y culturales para crear una edificación.

A manera de ejemplo, Barclay señaló el trabajo que realizaron en el Lugar de la Memoria, la Tolerancia y la Inclusión Social (LUM) en Perú, donde se tomó en consideración la historia sociopolítica y singularidad del terreno para el diseño del museo.

Por otro lado, mostraron cómo la arquitectura puede tener un eje funcional de servicio a partir de su diseño para el Centro de investigación y hospedaje en Perú, donde se decidió adoptar infraestructura funcional para la retención del agua.

Los arquitectos remarcaron la necesidad de continuar trabajando en conjunto la singularidad local, combinando lo estético con el servicio y la intimidad con lo público.

 

 

El futuro de la cátedra de arquitectura

Diego Rodríguez, decano asociado de facultad de Arquitectura compartió en entrevista con CONECTA acerca del valor de retomar la Cátedra Luis Barragán y los planes a futuro.

La idea principal detrás de recuperarla tiene que ver con esa intención de lo que significa la arquitectura para el ser humano y la importancia que tiene en la conformación de nuestros entornos no urbanos y naturales.

“La intención es que la cátedra se vaya desarrollando en los distintos campus. La siguiente sería en Guadalajara, luego Ciudad de México, Querétaro, Chihuahua, etc. (...) entonces esa itinerancia también consideramos que va a tener mucho impacto”,

El decano explicó que la perspectiva latinoamericana fue un elemento distintivo en este relanzamiento, mismo que se pretende mantener debido a la necesidad de trabajar desde las problemáticas compartidas de la región.

Por otro lado, el líder consideró que las actividades como los workshops con los estudiantes y los diálogos de la facultad con los invitados fueron elementos nuevos de la cátedra, los que causaron un impacto positivo dentro de la comunidad.

Jean Pierre comentaba con los profesores que las mejores escuelas de arquitectura hoy en día son aquellas que de alguna manera tienen una incidencia muy clara y una dependencia en relación al lugar donde están.

“Me parece que esa reflexión de pensar en la localidad, en sus elementos como algo que ayuda mucho más que perjudica, es una manera de pensar que puede hacer mucha resonancia tanto en nuestros estudiantes como egresados”, concluyó.

 

“La cátedra renace con un énfasis en la arquitectura latinoamericana, para  reconocernos por nuestras coincidencias”.- Alfredo Hidalgo.

 

Sobre la Cátedra Luis Barragán

La cátedra fue creada en el año 2000 como un espacio de reflexión arquitectónica y ha convocado a destacados profesionales, entre ellos ganadores del Premio Pritzker a la arquitectura y figuras como Shigeru Ban, Ricardo Legorreta, Eduardo Souto de Moura y Glenn Murcutt.

Se trata de un espacio que busca ser un entorno de aprendizaje y contribuciones significativas, que ahora resurge con una visión renovada, enfocada en los retos contemporáneos de la arquitectura y en las prácticas latinoamericanas arraigadas en contextos globales, con impacto local.

 

 

 

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