Edgar Soto, egresado del Tec de Monterrey, fundó la empresa Tía Ofilia, iniciando con la receta de granola de su tía abuela
Por Asael Villanueva | Redacción Nacional - 08/09/2019

Luego de ser diagnosticado con colesterol alto y ser medicado diariamente, el mexicano Edgar Soto cambió su alimentación y así mejoró su calidad de vida; esto lo llevó a crear una empresa de alimentos saludables.

Con su compañía Tía Ofilia, el egresado del Tec de Monterrey apuesta por productos orgánicos como granola, coco rallado, miel de abeja, harinas y aceite de coco, los cuales se comercializan en cadenas nacionales de supermercados en México.

“Algún día el 30 por ciento de los alimentos en el mundo serán orgánicos, esa es la visión de Tia Ofilia. Estamos viviendo ese sueño: impactar la vida de la gente mediante alimentos, señaló Edgar a CONECTA.

Estante de Productos Tía Ofilia

 

UNA IDEA DESDE LA ENFERMEDAD

Edgar realizó sus estudios en Finanzas en el Tecnológico de Monterrey, campus Monterrey, para luego trabajar en inversiones de capital de riesgos. 

El regiomontano afirmó que su estilo de vida, aunado al estrés laboral y su mala alimentación, lo orillaron a visitas médicas por padecimientos de salud.

Edgar recuerda que su colesterol estaba alto, tenía reflujo y fatiga crónica, batallaba para bajar de peso y llegó a tomar entre 10 y 12 medicamentos diarios.

“Cambié mi alimentación en seis semanas, comencé a comer verduras, compré una caminadora y de pronto bajó mi colesterol de 300 a 210, afirma Edgar.

 

Contrario a lo que los médicos pensaban, en 3 meses Edgar había mejorado, por lo que el joven originario de Monterrey, Nuevo León decidió utilizar su experiencia y emprender un negocio.

Luego de investigar a fondo cómo la alimentación impacta en la calidad de vida de las personas, pidió una receta de granola a su tía abuela Ofilia.

Edgar modificó y comenzó a vender la granola mientras estudiaba una maestría en Estados Unidos. De esa receta nacería el nombre que llevaría su empresa: Tía Ofilia.

 

EMPRESA EN ASCENSO

Actualmente Edgar tiene puntos de venta dentro de cadenas de supermercados como HEB, Wal Mart, Soriana, Comercial Mexicana, entre otros en México. 

Su estrategia de brindar personalmente muestras dentro del supermercado y escuchar las sugerencias y dudas de la gente, le valió tener ventas de 70 productos en un día, mientras que otras marcas de su competencia tenían 30 al mes.

Actualmente Edgar tiene 26 productos orgánicos en Tía Ofilia, algunos de ellos:

  • Miel de agave: el cual puede utilizarse como sustituto del azúcar para postres saludables y ligeros.
  • Crema de coco orgánica: se obtiene de cocos mexicanos, libres de modificación genética, y prensados en frío.
  • Avena orgánica: compuesta por hojuelas de avena enteras, orgánicas, crudas y libres de gluten.
  • Granola con miel de abeja: que contiene avena entera, miel de abeja pura, almendras cortadas a mano, cacahuates, nueces, pasas, ajonjolí, coco orgánico.

 

La empresa ha sido reconocida como una de las cien mejores empresas mexicanas según la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios.

 

 

MÁS ALLÁ DE LAS VENTAS

Edgar comenta que el dinero no es la principal intención de Tía Ofilia sino ayudar a la gente.

“Creo que todos tenemos un llamado, de eso se trata la vida. Entender qué te apasiona, luego buscar una necesidad en el mundo y hacer la diferencia”, añadió.

De igual manera, Edgar señala que el éxito de su empresa se mide por las vidas que se ven beneficiadas por sus productos y actividades.

Asimismo Edgar afirma que sus creencias han encajado perfectamente en el concepto de su negocio ya que busca que los ingredientes de sus productos sean lo más cercano a un diseño original creado por Dios.

Edgar Soto en un concurso con mas personas

 

“No porque te vendan algo significa que lo puedas comer. Los valores de Tía Ofilia encuentran su raíz en principios que están establecidos por Dios”, señaló.

También han realizado actividades de concientización sobre la alimentación saludable en Monterrey, las cuales planean continuar haciendo.

Esto desde su fundación Tía Ofilia, inaugurada por Edgar en 2015 con la intención de que los niños aprendan a alimentarse y cuidar su cuerpo. 

“Hace unos tres años apoyamos un proyecto en la zona de San Bernabé, unas de las más pobres de Monterrey. Capacitamos a la gente para que cultive su propio alimento, puntualizó.

 

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