Tras un año de voluntario en Chiapas, Roberto Ponce dedicó su carrera a estudiar sobre datos y su uso en las ciudades, tema que comparte hoy con sus alumnos
Por Asael Villanueva | Redacción Nacional CONECTA - 06/05/2022 Fotos Eric Ramírez

En su juventud, la selva chiapaneca fue el hogar de Roberto Ponce por un año, en el que tenía que caminar hasta 7 horas al día para llegar a comunidades indígenas, como parte de su voluntariado. 

Ese año fue lo que acercó a Roberto a elegir su carrera profesional, una que buscara cómo predecir y enfrentar los problemas de las ciudades del futuro, usando datos para beneficio de las personas.

“Llegué al estudio del tema de las ciudades (por esta experiencia). Ver esas condiciones de pobreza que no conocía hizo que me interesara el tema de la segregación económica y la separación de las personas por sus niveles de ingreso, menciona Roberto. 

Tras dedicarse al estudio de políticas públicas, urbanismo y sistemas de información, Roberto hoy, como profesor en el Tec de Monterrey, busca usar los datos de las ciudades para mejores condiciones de vida.

Creador de la página Mexicovid19, profesor investigador y miembro del Institute for the Future of Education del Tec, Roberto cuenta su historia, sus logros, y sobre cómo los datos podrían ayudar a las ciudades y a sus ciudadanos en el futuro.

 

Roberto cuenta su historia, sus logros y retos, habla sobre cómo los datos podrían ayudar a las ciudades y sus ciudadanos en el futuro

 

El voluntariado que definió su carrera

“Ni sabía que existía una carrera dedicada a las ciudades, comenta Roberto mientras ríe al recordar cómo llegó a su profesión.

Antes de estudiar sobre datos, antes de dar clases en el Tec y de colaborar con gobiernos para ayudar a sus ciudades, Roberto era un niño que leía un libro de Stephen Hawking, soñando en convertirse en un físico.

Ya había pasado por una etapa en que quería ser conductor de un tráiler y viajar por las carreteras y también había querido ser arqueólogo como su hermana para visitar las excavaciones, pero poco a poco fue interesándose en la computación.

Tras egresar de preparatoria y sin ningún plan todavía, Ponce decidió realizar un voluntariado durante un año, sin saber que ese viaje sería el primer acercamiento a su carrera profesional.

“Soy de Morelia y tenía ganas de salir. Quería ir a la Ciudad de México, así que dejé el estudio un año, y luego me fui de voluntario a Chiapas con algunas comunidades indígenas. Era el año 97 o 98 y era reciente el levantamiento zapatista. 

"Fui a un evento de una diócesis, les hablé, me citaron, me arreglé y de ahí me fui a Chiapas. Tenían una ONG y recibían recursos para apoyar a proyectos de las comunidades”, menciona.

Ya en Chiapas, Roberto tenía que caminar entre 6 y 8 horas para viajar entre comunidades en una época en que no había carreteras.

Llegando a cada una de estas comunidades pasaba 20 días aproximadamente en ellas, trabajando y durmiendo en las casas de las personas que les ofrecían asilo.

Para Roberto, vivir en estas comunidades y experimentar de primera mano las necesidades de las personas fue lo que detonó su interés por estudiar el tema de la pobreza, y conocer cómo se ve en las ciudades, en sus divisiones y en los retos que provoca. 

A partir de ese momento, Roberto dedicaría su vida a los datos y a predecir las ciudades del futuro.

 

Su trabajo en la educación le hizo obtener en 2021 el Premio Profesor Inspirador a nivel nacional

 

Dibuja las ciudades del futuro con datos

Los datos y la tecnología puesta al servicio de las ciencias sociales es un tema en el que Roberto trabaja actualmente como profesor investigador del Tec y como miembro del Institute for the Future of Education, que busca dar soluciones a los retos educativos.

Predecir qué acciones pueden llevar a una ciudad a ser insostenible, datos que ayuden a mejorar la calidad del aire, o que ayuden a dar una respuesta a la falta de agua e incluso puedan ayudar a enfrentar una pandemia, son algunos ejemplos.

El uso de estos datos y de tecnología, como por ejemplo, Blockchain, influye cada vez más en áreas como la economía, el derecho y las relaciones internacionales, entre otras, señala el profesor.

A pesar de que la tecnología pudiera ayudar a las ciudades y el mejoramiento de la calidad de vida de sus ciudadanos, Roberto también menciona que existen retos que se vuelven complejos a la hora de enfrentarlos.

 

 

Los retos al momento de buscar soluciones en ciudades

“Hay retos como la falta de datos y de información, pero también un desfase entre lo que dicen los análisis, lo que opinan los ciudadanos y el trabajo que realizan los políticos.

“Sabemos que no debemos construir ciudades para los automóviles, pero los mismos vecinos a veces se oponen al diseño para peatones y los gobiernos impulsan políticas públicas hacia otros lados”, menciona. 

También incluye otros retos como los derechos de privacidad, la propiedad intelectual y quién es propietario de los datos y otros dilemas de si debe o no usarse la tecnología.

Esos retos son a los que el profesor, colegas, e incluso algunos de sus alumnos, buscan enfrentar mediante su trabajo.

Por ejemplo, el profesor trabaja actualmente en un sistema para ayudar a la ciudad de Monterrey con el crecimiento de su mancha urbana y sus retos ambientales como la falta de agua o la contaminación del aire.

 

“No debemos construir ciudades para los automóviles, pero los mismos vecinos a veces se oponen al diseño para peatones y los gobiernos impulsan políticas públicas hacia otros lados”.

 


Un faro de información en la pandemia

Roberto también trabaja en un plan para ayudar al desarrollo urbano en el puerto de Veracruz y en la creación de un sistema que detectaba noticias falsas sobre COVID y vacunas en redes sociales durante la pandemia.

De igual manera, uno de sus proyectos fue la creación de la plataforma Mexicovid19, un sitio web que daba seguimiento a las cifras de los contagios de COVID-19 en México, casi en tiempo real, en donde además colaboraron alumnos del Tec.

Roberto señala que existe un alto grado de complejidad para resolver estos problemas, pero asegura que la educación es una herramienta que al paso del tiempo puede ser un gran aliado, por lo que busca incluir cada vez más a alumnos en sus proyectos.

“Además de las clases, me gusta mucho trabajar con alumnos en todos mis proyectos. Usamos recursos para contratar (jóvenes) que hagan sus prácticas y me llena de orgullo cuando les doy un problema real y lo resuelven. 

“Así hicimos el proyecto de Mexicovid19. Es algo que me encanta del Tecnológico y que no tendría en otra universidad, esa capacidad de conexión con estudiantes y profesores de otras carreras”, indica.

 

"Es algo que me encanta del Tecnológico y que no tendría en otra universidad, esa capacidad de conexión con estudiantes y profesores de otras carreras”.

 

Roberto señala que existe un alto grado de complejidad para resolver estos problemas pero asegura que la educación es una herramienta

 

Del MIT a DistritoTec, su entrada al Tecde Monterrey

Tras estudiar Ciencias Políticas en el ITAM, cursó una maestría en Carnegie Mellon University en Políticas públicas y un doctorado en Massachusetts Institute of Technology (MIT) en Sistemas de Información Urbana.

Fue ahí, en el MIT donde conoció a un estudiante de maestría que había egresado del Tec de Monterrey, en donde había iniciado la iniciativa de DistritoTec, un proyecto de mejoramiento urbano de la zona aledaña del Tec campus Monterrey.

“Llegué al Tec por DistritoTec. Un compañero vio lo que estaba haciendo y me presentó a la gente de DistritoTec (...) me encantó el proyecto y me invitaron a colaborar cuando terminara el doctorado”, señala.

 

 Roberto tenía que caminar entre 6 y 8 horas para viajar entre comunidades en una época en que no había carreteras



Roberto recuerda que uno de los retos que tuvo tras egresar del doctorado e iniciar como profesor investigador en el Tec fue el de la colaboración con diferentes áreas. 

Profesores de la Escuela Gobierno y Transformación Pública, de la Escuela de Ingeniería y Ciencias, algunos otros de la Escuela de Arquitectura, Arte y Diseño han trabajado en conjunto en algunos de sus proyectos. 

“Cuando llegué a MIT aprendí la colaboración, es un ambiente muy padre y de mucha interdisciplinariedad.

“Ya en el Tec es llegar y aprender a moverte en cien pistas. Cuando estaba en el doctorado solo era tu tesis, pero aquí en el Tec es hacer publicaciones, dar clases, hacer investigaciones y ahora estoy en el IFE”, explica Roberto. 

El Institute for the Future of Education es una iniciativa del Tec que busca crear y difundir contenido sobre innovación educativa.

 

Roberto dedicaría su vida a los datos y a usarlos para analizar e incluso predecir las ciudades del futuro

 

Profesor Inspirador

Su trabajo en la educación le hizo obtener en 2021 el Premio Profesor Inspirador en el ámbito nacional, el máximo galardón que otorga el Tec de Monterrey a sus maestros.

A la par de las investigaciones, las clases y las prácticas en ambientes reales con sus alumnos, Roberto busca que sus proyectos tengan un alcance real y sean tomados en cuenta por los gobiernos para el desarrollo sostenible de las ciudades.

“Buscamos que estas herramientas tengan una aplicación social. Llevar instrumentos de tecnología que disponga información que sirva para una discusión pública de una ciudad. 

“Estos proyectos son una oportunidad de incidir en ciudades con grandes retos urbanos, finaliza Ponce.

 

 

 

LEE MÁS: 

 

Seleccionar notas relacionadas automáticamente
0
Campus:
Categoría: