Por sus descubrimientos sobre cómo el ARN mensajero (ARNm) y el sistema inmune interactúan, lo que derivó en el desarrollo de vacunas contra el COVID-19, los científicos Katalin Karinkó y Drew Weissman ganaron el Premio Nobel de Medicina 2023.
Así opinó Adria Imelda Prieto, directora de la Escuela de Ingeniería y Ciencias del Tec campus Laguna, quién destacó que además del resultado que tuvo en la enfermedad pandémica su trabajo abre nuevas posibilidades de tratar más padecimientos:
“Este conocimiento científico genera nuevas oportunidades para tratamientos mucho más específicos o personalizados que permitan una mayor calidad de vida en las personas”.
La doctora en Biología Molecular e Inmunología por la University College de Londres (UCL) y colaboradora Tec detalló que si bien los hallazgos de los galardonados cobraron particular importancia con el COVID-19, estos van más allá:
“No nada más pueden producirse vacunas contra el COVID-19, sino (que pueden hacerse) para otras enfermedades como el cáncer, que (como el COVID-19) produce proteínas anómalas también”.
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— The Nobel Prize (@NobelPrize) October 2, 2023
The 2023 #NobelPrize in Physiology or Medicine has been awarded to Katalin Karikó and Drew Weissman for their discoveries concerning nucleoside base modifications that enabled the development of effective mRNA vaccines against COVID-19. pic.twitter.com/Y62uJDlNMj
El ARNm y su impacto para tratar enfermedades
Además del impacto que el trabajo de los científicos de origen húngaro y estadounidense tuvieron en el desarrollo de una vacuna contra el COVID-19, la académica del Tec señaló otro alcance: la factibilidad de atender otras enfermedades.
Lo anterior pues los galardonados demostraron cómo el ARNm que se traduce en proteína puede derivar en una reacción inmunitaria, es decir, formas en las que el cuerpo puede defenderse de bacterias, virus y hasta tumores cancerígenos.
“Con esto, se pueden dar mayores oportunidades de tratamiento para diferentes enfermedades”.
“Nuestros cuerpos están educados para saber cuáles proteínas tenemos y cuáles no […] Entonces, esa proteína anómala la puedes integrar en un ARNm para que el cuerpo reconozca, genere y monte una respuesta inmunológica”, explicó.
Karinkó y Weissman no desarrollaron en sí las vacunas contra el COVID-19, pero delimitaron el vínculo entre ARNm y sistema inmune, lo que llevó a generar una tecnología que “se puede usar para muchos tratamientos”.
“Espero que con esto se den mayores oportunidades de tratamiento a personas con enfermedades autoinmunes, con cáncer o enfermedades infecciosas para las que aún no hay tratamiento”, expuso Adria Prieto.
Resiliencia en la investigación
Son una serie de estudios de más de 20 años entre ambos investigadores los que derivaron en el Premio Nobel de Medicina entregado por la Real Academia Sueca de Ciencias expuso Adria Prieto.
“Nos equivocamos si pensamos que esto es nuevo… Cuando trabajas en cualquier investigación en medicina debes tener muchas pruebas antes de poder utilizarlo.
“El momento ideal fue el COVID-19 porque dio la oportunidad de probarlo, pero nada en la medicina sale ‘al vapor’. La investigación es desgastante, a veces frustrante. Las personas en investigación son muy resilientes”, aseguró.
Así enfatizó que hoy se reconoce un trabajo que Karinkó y Weissman, de origen húngara y estadounidense, respectivamente, realizaron por años.
Además destacó otro hecho, que Karinkó es la mujer número 13 en obtener este galardón: “Es valioso para que las mujeres se empoderen y digan ‘oye, yo puedo estar en ese grupo".
“La investigación es desgastante y a veces frustrante, por eso los investigadores son resilientes”.
El Premio Nobel de Medicina
El Premio Nobel de Medicina, junto al de Física, Química, Literatura y Paz se entrega desde 1901; 67 años antes de que se empezara a otorgar el de Economía que se integró años después.
Desde entonces la Real Academia Sueca de Ciencias ha concedido 114 galardones en el área de la Fisiología o Medicina, con 227 laureados, de los cuales 13 son mujeres.
La persona más joven en recibir el Nobel de Medicina (1923) es Frederick G. Banting, a los 32 años, por descubrir la insulina en 1921.
Mientras que la persona de mayor edad en obtener este reconocimiento (1966) fue Peyton Rous, a los 87 años, por sentar las bases que permitieron encontrar que hay virus que pueden desencadenar tumores cancerígenos.
Katalin Karikó and Drew Weissman – awarded the 2023 #NobelPrize in Physiology or Medicine – discovered that base-modified mRNA can be used to block activation of inflammatory reactions and increase protein production when mRNA is delivered to cells. pic.twitter.com/PssykVvaOo
— The Nobel Prize (@NobelPrize) October 2, 2023
Los Premios Nobel se deben al ingeniero e inventor de puentes, edificios y de compuestos como la dinamita y la nitroglicerina, Alfred Nobel, quien nació en 1833 en Estocolmo, Suecia.
Lo anterior se materializó en 1901, 5 años después de su muerte, y hasta 2022 se habían entregado 615 Premios Nobel, con un total de 989 laureados, quienes reciben una medalla de oro y diez millones de coronas suecas.
Los Premios Nobel 2023 se entregarán el próximo 10 de diciembre, en Estocolmo, Suecia.
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