Contra el hambre: alumna del Tec es parte de programa internacional

Lilí Marlene Pérez, estudiante de Negocios Internacionales del Tec de Monterrey campus Querétaro y Líder del Mañana, fue seleccionada para el Kirchner Fellowship Mexico Program en el cuál recibirá un presupuesto de 1 millón de dólares para invertir en un emprendimiento de impacto social. 

La Beca Kirchner es una oportunidad para estudiantes como Lilí para que tengan la capacidad de tomar decisiones de inversión, con un enfoque en empresas que aplican tecnologías innovadoras con soluciones sostenibles, tanto ambiental como económica en industrias agroalimentarias. 

"Estoy muy agradecida de ser parte de este proyecto donde mis dos grandes pasiones, el activismo social y la inversión consciente, se entrelazan para generar un cambio verdadero y duradero en la sociedad”, comentó Lilí.

“Me hicieron saber que me estaba comprometiendo a una responsabilidad muy grande que me iba a exigir mucho de mi tiempo y atención. Pero acepté completamente y este será el proyecto en el que gire toda mi vida”, añadió Lilí.

Un proceso de selección muy retador

Para los países de Estados Unidos, Costa Rica y México, el fellowship  reúne a tres estudiantes  de licenciatura o posgrado con habilidades de distintas áreas que se complementen entre sí.

"Generalmente un académico de negocios, otra persona de biotecnología y por último un estudiante de innovación o ingeniería", comentó la alumna.

Viviendo en una zona de mucho campo y agricultura, como lo es en Guanajuato, Lilí se enteró de la convocatoria gracias a su madre, quien resaltó que su perfil era el indicado para participar. Además, mezclaba sus dos grandes pasiones: el impacto social y las finanzas. 

“Nos pedían tener la cualidad de desenvolvernos, cualidades de líder y hablar inglés, y sobre todo la parte de finanzas y números que es algo que especialmente me apasiona”, enfatizó Lilí. 

Las personas solicitantes debían cumplir con un perfil muy específico, que sean estudiantes con una trayectoria de innovación, impacto social y liderazgo; así como la facilidad para desenvolverse y comunicarse.
 

Lilí aplicó a unos días del cierre de la convocatoria, envió currículum, escribió ensayos acerca de su trayectoria, sus motivaciones y conocimientos sobre seguridad alimentaria. 

Durante los últimos dos meses, Lilí se dedicó a completar el proceso de aplicación, compuesto de exámenes psicométricos y 5 filtros de entrevistas con cada uno de los directores del programa. Conversar con dichos expertos empresariales representó su mayor reto, teniendo que enfrentar su nerviosismo para no equivocarse. 

“Me dediqué a responder como yo pensaba, a ser muy genuina. Quería que si me aceptaran fuera por lo que yo sabía y podía ofrecer. Y así fue”, compartió Lilí con una sonrisa. 

Finalmente, hace unas semanas recibió la noticia de que había sido aceptada en el programa. Lilí expresa su felicidad y agradecimiento por tal oportunidad, puesto que se siente segura que tiene mucho que ofrecer al programa, poder compartir sus ideas y el querer aprender. 
 

Inversión consciente para resolver una problemática

Durante su experiencia Lilí recibirá una serie de capacitaciones virtuales y presenciales a través de mentores expertos en empresas e inversiones; para que dentro de un año esté completamente preparada para invertir en una empresa agrícola dedicada a la seguridad alimentaria. 

“Me hicieron saber que me estaba comprometiendo a una responsabilidad muy grande, pero acepté completamente el proyecto de mi vida”.

Aunque Lilí contará con la guía de profesionales en el área, el programa promueve la independencia e iniciativa de cada corte, como equipo son responsables de realizar sus propias investigaciones y plan de negocio; así como de reunirse semanalmente para darle seguimiento al proyecto.

“Durante las entrevistas con expertos me sentía intimidada, pero al momento de conocerlos, me di cuenta que eran una familia. Fueron muy amistosos conmigo y entre ellos. Quería ser parte de eso”, confesó Lilí. 

Sus expectativas dentro del programa

El modelo del Tec le ha permitido a Lilí aplicar la teoría a la práctica mediante Socios Formadores y casos con empresas reales. Por ello, la joven estudiante planea emplear dichos conocimientos a lo largo de este proyecto y viceversa.

Los Socios Formadores son organizaciones públicas o privadas, nacionales o extranjeras, vinculadas al Tecnológico de Monterrey para implementar retos académicos promoviendo el contacto de sus estudiantes, guiados por sus profesores, con la realidad y la práctica de su disciplina.

“Saber que estoy formando parte de algo tangible y que al final todo lo que aprenda lo voy a aplicar para invertir un capital es un riesgo. Tanto se puede perder como se puede ganar”, añadió Lilí.

Del 1 al 4 de septiembre se llevó a cabo el evento de lanzamiento, donde conoció a su equipo, otros dos estudiantes mexicanos; así como a sus mentores. No solo será fue un evento festivo, sino también el inicio de su trabajo dentro del proyecto. 

“Me comprometí y me pienso dedicar a ello”, aseguró la estudiante.

Ayudar como agente de cambio

Destacada por su emprendedurismo filantrópico, la pasión de Lilí por el activismo le ha permitido desenvolverse en diferentes proyectos sociales. En 2021 nace la Fundación IKNELIA, una organización sin fines de lucro dedicada a apoyar a poblaciones vulnerables en Celaya.

De la palabra ayudar en Náhuatl, IKNELIA “surge de la idea de que para lograr un cambio, se necesitan unir fuerzas para ayudarnos los unos a los otros y a nuestra sociedad”. Declaró la fundación en sus redes. 

A través de distintas actividades sociales, ambientales, animalistas y educativas, este proyecto ha reunido a una comunidad de jóvenes con el deseo de aportar y crecer para generar un impacto positivo en un futuro. 

“Soy una persona que siempre me estoy moviendo, me encanta participar en proyectos de impacto social”, añadió la alumna.

“Mis dos principales preocupaciones son: crecer en el ámbito académico y en mi trayectoria personal, y a la vez involucrarme en actividades como pertenecer a proyectos que me apasionan”, concluyó la estudiante.

Acerca del Kirchner Fellowship

El programa se dedica 100% a trabajar con los objetivos de Desarrollo Sustentable de la agenda 2030 de seguridad alimentaria.

La fundación se dedica a capacitar estudiantes con una pasión por el activismo para que financien y ayuden empresas agrícolas prometedoras.

El programa Kirchner Fellowship México ha graduado a 14 becarios destacados que han demostrado dedicación y pasión excepcionales para abordar los desafíos de la seguridad alimentaria.

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