Una plataforma para convertir tu hogar en un restaurante, agua enriquecida para agricultura, y tecnología para proteger las áreas de pesca son 3 proyectos que clasificaron a la etapa global de Hult Prize 2020-2021.
Ahora los proyectos Paladarte, Lacuna y EMA, integrados por alumnos del Tec de Monterrey, competirán para obtener el premio de 1 millón de dólares para el primer lugar.
“Este premio (Hult Prize) es conocido como el Premio Nobel de los estudiantes", dijo Graciela de la Cruz, coordinadora en el área de Emprendimiento Social del Tec.
"Es una plataforma que apoya a las nuevas generaciones para cambios sociales a través de un proyecto de emprendimiento social”, agregó.
La edición 2020-2021 de Hult Prize tiene como tema principal la seguridad alimentaria del mundo.
“En 2021 el Hult Prize invita a jóvenes del mundo a construir empresas de comida sustentables que creen empleos y estimulen la economía”, menciona la convocatoria de esta edición.
En 2019 el equipo mexicano Rutopía integrado por alumnos del Tec ganó el primer lugar mundial y recibió el millón de dólares en el evento final en la Organización de las Naciones Unidas, en Nueva York.
“Este premio (Hult Prize) es conocido como el Premio Nobel de los estudiantes".
Un restaurante en cada casa
Convertir una casa en un lugar en el que cualquier persona pudiera comer es lo que busca el equipo de Paladarte, conformado por alumnos del campus Santa Fe.
“Estás de viaje y llegas a una casa y comes. Tienes una experiencia más íntima con la cultura. Es como un Airbnb de comida”, mencionó Jimena González, integrante de Paladarte.
Durante un viaje a Cuba, Jimena visitó algunos de estos espacios de comida que le dieron la idea, y que para concretar su proyecto se asoció con Juan Pablo Cervantes, Alexa Díaz y Marco Maes.
Jimena menciona que buscan ofrecer mediante una app o plataforma un servicio para conectar a las personas que buscan comer local con hogares que brindan el servicio.
“Probablemente sean amas de casa y eso es más oportunidades para las mujeres y más ingresos”, añadió.
Juan Pablo menciona que en una primera etapa quieren aplicarlo en pueblos mágicos de México, especialmente en la zona del centro del país, aunque han avanzado a un menor ritmo ante la pandemia de COVID-19.
“Es algo sostenible, algo que nos gusta. Sería un sueño ganar Hult Prize. Llevar a todo el mundo este encuentro de cultura”, comentó Alexa.
“Estás de viaje y llegas a una casa y comes. Tienes una experiencia más íntima con la cultura. Es como un Airbnb de comida”.
Agua para riego llena de nutrientes
El equipo Lacuna desarrolló una manera de convertir el agua residual en agua enriquecida con nutrientes como nitrógeno y fósforo para el riego de plantas.
“Nosotros buscamos empoderar al agricultor latinoamericano tradicional con tecnología para que pueda competir con el mercado internacional”, comentó Juan Diego Oliva, integrante del equipo.
Oliva es alumno del Tec de Monterrey en Querétaro y afirma que este proyecto puede sustituir a los fertilizantes tradicionales reduciendo el costo y eficientando la producción.
“Bajamos el costo de la tonelada de fertilizante de 318 dólares a 1.2 dólares... un 99% del costo para ser exacto”, señaló.
“Bajamos el costo de la tonelada de fertilizante de 318 dólares a 1.2 dólares... un 99% del costo para ser exacto”.
La idea del proyecto surgió de una clase en la que Oliva aprendió que los desechos que son enviados a los lagos pueden, en principio, enriquecer el agua, pero en exceso es contraproducente.
Junto con Eduardo Torres, Gelmy Salcedo y Antonio Martínez, también alumnos del campus Querétaro, desarrollaron el prototipo usando piedra volcánica y pez tilapia.
El proyecto está siendo probado en República Dominicana, de donde es originario Juan, y será probado en México en 150 hectáreas de cultivo de fresa y tomate.
Juan menciona que Lacuna ha participado en eventos como INCmty, el festival de emprendimiento del Tec, donde fue finalista y en la Semana de la Sustentabilidad en México donde obtuvieron el primer lugar.
Sensores para proteger el sector pesquero
EMA son las siglas para Environmental Measurement Analysis y consiste en un dispositivo instalado en boyas flotantes que permite medir el estado de presas y granjas de peces.
Lorena Peña, Ángela Pérez, Michelle Hueramo, Jorge Rodríguez y Samantha Casillas son alumnos de los campus Monterrey y Querétaro, quienes junto con Mariana Serrano, de la Universidad Iberoamericana, desarrollaron este proyecto.
“Utilizamos una boya que tiene sensores de oxígeno, temperatura y pH (potencial de hidrógeno), ya que esos 3 elementos son cruciales para que haya una producción buena de peces”, comentó Lorena.
Mediante sensores esta boya puede no solo medir, sino predecir si estos elementos pueden cambiar en el futuro.
“Nosotros se los damos en una plataforma, buscamos que sea una app o página web. Así los productores pueden tomar decisiones”, comentó Peña.
“Utilizamos una boya que tiene sensores de oxígeno, temperatura y pH (potencial de hidrógeno), ya que esos 3 elementos son cruciales para que haya una producción buena de peces”.
El proyecto tiene 3 etapas: la primera es trabajar con acuicultores en tierra; la segunda, en mar abierto y la tercera, en pesca tradicional en el océano. Actualmente el equipo trabaja en la primera etapa.
En cada una de las etapas el equipo también busca la manera de utilizar los residuos de los peces como fertilizante.
“En vez de que se desperdicien que se revaloricen para que se vuelva un fertilizante y represente un ingreso extra para los pescadores”, comentó Michelle.
“Entramos al Hult Prize porque vimos que este año era sobre alimentos y podíamos llevarlo al siguiente nivel. Hemos tenido el apoyo para continuar”, aseguró Ángela.
¿Qué es Hult Prize?
Hult Prize es una fundación que promueve el emprendimiento social mediante programas, actividades y eventos y un premio de 1 millón de dólares para desarrollar un proyecto.
"En este concurso participan cada año más de 25 mil estudiantes. Nace como una iniciativa de Bill Clinton apoyado por Hult International Business School y se ha vuelto todo un movimiento de jóvenes de todo el mundo que colabora con la ONU", indicó Graciela de la Cruz.
Los proyectos EMA, Lacuna y Paladarte son finalistas nacionales y participarán en la etapa global, tras ser elegidos entre diversos proyectos de las regiones de México.
En 2019 el equipo mexicano Rutopía, empresa de ecoturismo rural mexicano, fue el ganador de la etapa global. El premio del millón de dólares fue entregado por el expresidente estadounidense Bill Clinton.
"Esta competencia es una experiencia formativa y es un semillero de agentes de cambio", finalizó de la Cruz.

SEGURO QUERRÁS LEER: