Como si de una revelación se tratara, entre el resplandor de las velas, el aroma del incienso y el color de las flores, Luis Gerardo Ayala descubrió que también se podía comunicar con las manos.
En la iglesia El Rosario, en su natal Monterrey, Nuevo León, una mujer interpretaba el "Padre Nuestro" en Lengua de Señas Mexicana (LSM), y él quedó maravillado.
Veinte años después es él quien da conciertos para sordos y oyentes, donde no solo canta con sus manos, también lo hace con su voz e interpreta. Una combinación nunca antes vista.
Pero pisar escenarios como el Castillo de Chapultepec, en Ciudad de México, o el Auditorio Luis Elizondo, en Monterrey, fue algo que el EXATEC jamás planeó.
El actor musical se dio cuenta que la comunidad sorda no tenía acceso a las experiencias musicales que los oyentes sí, y eso se convirtió en su propósito de vida: impulsar la LSM y brindar a la comunidad sorda el reconocimiento y las experiencias que merecen.
Busca ayudar a personas sordas
"Estudiando, me di cuenta de que la comunidad sorda necesita más personas que hablen LSM para apoyarlos en cualquier situación, desde algo tan sencillo como pedir unos tacos, o algo tan vital, como ir al médico o al psicólogo".
Así que Luis Gerardo estudiaba LSM, con la ilusión de poder comunicarse y ayudar a personas sordas.
En 2016, cuando se acercaba el Día del Niño, su profesor sordo José Ramírez lo animó a usar sus habilidades como actor para contar un cuento o cantar una canción para niños sordos.
"La idea era solamente que yo señara al ritmo de la música, y entonces, me pregunté si era posible que yo cantara e interpretara al mismo tiempo con las manos".
José le explicó que era muy complicado, ya que el español y la LSM tienen gramáticas completamente distintas, por lo que las palabras que se expresan con la voz no coinciden con las que se expresan con las manos.
"Me pregunté si era posible que yo cantara e interpretara al mismo tiempo con las manos".
El día que cantó con la voz y sus manos
"Me dijo que era muy difícil, pero que si podía hacerlo, sería increíble", y Luis Gerardo decidió intentarlo.
"Me di cuenta de lo difícil que es unir la voz y las manos, es una especie de cortocircuito para mi cerebro".
José fue quien lo ayudó a traducir dos canciones para ese evento: "Amigo fiel" de Toy Story; y "Sueña", del Jorobado de Notre Dame.
Esa fue la primera vez que Luis Gerardo cantó con su voz y sus manos, en el DIF Coyoacán, durante el Día del Niño del 2016.
Aunque el actor solía hacer teatro musical en grandes escenarios de la Ciudad de México, esta experiencia fue distinta.
"Fue algo muy especial, porque mientras cantaba podía ver las caras de la gente; estaban boquiabiertos y, al final, muchos se acercaron para agradecerme, porque era la primera vez que veían algo así".
Generalmente, cuando se presentan canciones a la comunidad sorda, hay un cantante y un intérprete.
Y es algo así como ver una película con el audio desfasado: los labios del cantante no coinciden con las señas.
Además, para captar la letra deben enfocar toda su atención en las señas; si miran al cantante, se pierden el mensaje de la canción.
Finalmente, no se vive la experiencia completa del ritmo y de la intención de la letra.
Por eso lo que hace Luis Gerardo es único, une todos los elementos, permitiendo que el espectador se concentre en una sola persona que canta, seña e interpreta, para que puedan vivir la experiencia completa.
"Así, cantando con manos y voz, fue que me di cuenta de que eso era lo que quería hacer, que con eso como podía aportar".
"Así cantando con manos y voz, fue que me di cuenta de que eso era lo que quería hacer, que con eso como podía aportar" .
El concierto: La voz de mis manos
Después de cantar por primera vez con las manos, Luis Gerardo ya no pudo parar, la comunidad sorda le pedía más.
Su siguiente participación fue en el Castillo de Chapultepec en un evento organizado por IncluSor, donde narró un cuento y cantó algunas canciones infantiles.
Al final de cada evento siempre se acercaban a pedir un concierto. Pero en ese momento, el actor no tenía el repertorio suficiente, sin embargo, esas peticiones le confirmaron que ese era el camino.
"Y aunque me encantaban las canciones infantiles, yo quería transmitir emociones más complejas, amor, desamor, soledad, quería que experimentaran las mismas canciones que nosotros oímos en la radio".
Así comenzó a traducir canciones, con ayuda de su maestro José y la intérprete de señas Laura Álvarez, traductora de LSM en "Las Mañaneras" presidenciales.
Primero, comenzó a compartirlas en un canal de YouTube, pero las peticiones de concierto ya eran muchas, al igual que su repertorio con canciones de Carlos Rivera, de Natalia Lafourcade, de Jess y Joy, José José, Luis Miguel y algunas otras en inglés.
Y así nació el proyecto de La Voz de Mis Manos, un concierto incluyente que se presentó por primera vez en 2019 en la Ciudad de México, después en Culiacán y Monterrey.
Al inicio, solamente era Luis Gerardo, pero después el proyecto incluyó también duetos con amigas suyas como Diana Gutiérrez, actriz y cantante regiomontana, Estíbalitz Ruiz (de la serie Zorro) y Ana Cristina de la Vega.
"Después empecé a sumar también a la comunidad sorda. Desde el 2022 invito a una persona sorda a cantar, donde solamente le prestó mi voz. En el último concierto del 2024, en Monterrey, hubo cinco personas sordas cantando y fue algo maravilloso".
El próximo concierto de La Voz de Mis Manos será el 24 de marzo de 2025 en Monterrey, en el Auditorio Luis Elizondo.
Comunicarse con las manos
Fue en la iglesia El Rosario, en su natal Monterrey, cuando quedó maravillado de una mujer interpretaba el 'Padre Nuestro' en Lengua de Señas Mexicana (LSM). Luis Gerardo tenía 20 años
"Fue como una revelación. Pensé: los seres humanos no solo pueden comunicarse aprendiendo otro idioma fonético, sino también con las manos".
Apenas terminó la interpretación y el joven estudiante de Comunicación del Tec de Monterrey ya estaba buscando informes con la interprete. Y en esa misma iglesia aprendió lo básico de la LSM.
Terminó su carrera en el Tec y se fue a estudiar teatro musical en España y Nueva York. Más tarde, se mudó a la Ciudad de México, donde se dedicó al teatro musical en grandes obras como La Bella y la Bestia.
Y un buen día del 2016 una publicación en Facebook fue el principio de todo. Se trataba de uno de sus amigos que compartía la foto de su diploma de LSM.
"Ahí me regresó la curiosidad, me dije, claro, yo había empezado a estudiar LSM en Monterrey, voy a buscar la manera de aprender ahora que tengo tiempo".
Le escribió a su amigo y fue en otra iglesia de la Colonia Roma donde tomó su primera clase formal con José Ramírez, una persona sorda y un intérprete de LSM.
Su maestro vio que tenía todo el interés de progresar y le contó que también era profesor en una escuela de LSM llamada IncluSor.
"Y fue como empecé a estudiar formalmente todo esto. Jamás pensando en iba a hacerlo para cantar. Yo tenía mi vida artística por un lado y aparte estaba estudiando LSM, así como la gente estudia cualquier otro idioma porque le gusta la cultura o porque visitará el país".
Veinte años después de aquella revelación en una iglesia de Monterrey, es él quien da conciertos para sordos y oyentes donde no solo canta con sus manos, también lo hace con su voz e interpreta. Una combinación nunca antes vista.
Y al mismo el actor musical encontró su propósito de vida, impulsar la LSM y brindar a la comunidad sorda el reconocimiento y las experiencias que merecen.
Ahora, el sueño de Luis Gerardo también evolucionó al igual que sus conciertos.
"Claro que quiero seguir haciendo conciertos, pero cada vez con más participación de personas sordas hasta que ellos sean los protagonistas de estas experiencias y yo sea simplemente un apoyo", finalizó.
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