Cuando era niño, Omar Avilez comenzó con su pasión por los deportes y el arte. Ambos aspectos le fascinaron, tanto por el juego como por el uso manual de instrumentos como raquetas, balones y colores vibrantes.
Descubrió una conexión emocionante entre sus manos y la creatividad, al darse cuenta de que podían materializar cualquier idea que imaginara.
Así, Avilez comenzó a explorar un amplio espectro creativo, desde la conceptualización de objetos utilitarios, hasta la creación de delicadas piezas.
Esto lo motivó a estudiar la Licenciatura en Diseño Industrial (LDI) en el Tec Guadalajara, y a su vez, lo llevó a conocer el arte de crear joyas. Ahora es egresado de dicha carrera y de la primera generación de la Concentración en Diseño, Producción y Comercialización de Joyería.
Ha participado en exposiciones internacionales como: Abierto Mexicano del Diseño, Wanted Design NYC, Design Week o el Museo Nacional de Arte. Actualmente, el EXATEC es gerente de desarrollo de producto en TANE, empresa mexicana de joyería de lujo, donde coordina equipos para el lanzamiento de nuevas piezas y colecciones.
Confiar en las decisiones
Pero descubrir las pasiones no es fácil; es un camino que está marcado por pequeñas decisiones, comentó Omar.
“El diseño me enganchó porque pude seguir explorando las habilidades manuales. Después me di cuenta de que eso daba continuidad a mis pasiones de niño”, señaló.
“El diseño es una forma de pensamiento que nos enseña a aprender y a pensar, ya que como diseñadores tenemos la responsabilidad de ser investigadores, exploradores y conocedores de nuestro entorno para poder crear”, destacó.
Fue un anillo realizado en la clase de modelado 3D lo que despertó su interés por la joyería, pues afirmó haber descubierto la magia de imaginar algo pequeño y después verlo materializado.
“El diseño me enganchó porque pude seguir explorando las habilidades manuales".
Omar Avilez encontró claridad en su camino profesional como diseñador al inscribirse en la Concentración de Diseño, Producción y Comercialización de joyería, en donde formó parte de la primera generación, en 2015.
Afirmó que durante las clases especializadas se vivió un proceso de experimentación continua, aunque resaltó que siempre confió en el proyecto.
“No me arrepiento de nada; fue un proceso de mucha confianza y de permitirme explorar las áreas que me interesaban. Gracias a esas decisiones es que tengo las oportunidades del presente”, comentó.
Conexión entre lo artístico y la técnica
"En el diseño, al igual que en cualquier disciplina, se puede abarcar de lo macro a lo micro. La joyería, es un producto mini, pero puede ser tan detallado como el diseñador decida; eso me encantaba", describió Avilez.
Subrayó que disfrutaba del tiempo que pasaba en el taller de joyería del campus, donde tuvo la oportunidad de explorar una variedad de materiales y técnicas.
Además, señaló que se enamoró de la conexión entre la creación artística y el uso de técnicas y metales.
Decidido a explorar su entorno para cultivar su creatividad, Omar Avilez aprendió, gracias a sus profesores y mentores, la importancia de establecer y seguir metodologías efectivas de trabajo.
Fue así, como sus conocimientos, pasión y determinación, inspiraron a Omar a unirse al equipo de becarios en el Laboratorio de Joyería del Tec Guadalajara, lo que le permitió continuar con la explorando de esta área de estudio.
“Fue un proceso muy orgánico; me quedé en el laboratorio por gusto. Disfrutaba estar ahí y observar la evolución e impacto en los proyectos que realizábamos”, mencionó.
Dinámicas de aprendizaje
Al egresar de Diseño Industrial, Omar Avilez se embarcó en un nuevo desafío: ser docente de estudiantes de profesional y liderar el Laboratorio de Joyería.
Agregó que “disfrutaba enseñar. Aunque parezca que el profesor sólo transmite conocimientos, en realidad hay un intercambio constante con los estudiantes, lo cual genera dinámicas muy interesantes”.
Por otro lado, Omar se dedicó a explorar diversas oportunidades de aprendizaje a través de workshops nacionales e internacionales, orientados a fortalecer los conocimientos dentro de la comunidad emergente de joyeros.
“Uno de los talleres más destacados fue cuando colaboramos con el profesor Carles Codina, joyero catalán y docente en la Escuela Massana de Barcelona, quien nos enseñó 3 técnicas ancestrales de joyería”, recordó el diseñador.
“Disfrutaba mucho experimentar, tomar un material, tener una idea, crearla y eliminar cualquier duda”.
Identidad única, diseños especiales
Mientras enseñaba, Omar Avilez también se desempeñaba como artista de joyería independiente, al operar desde su taller personal para crear piezas únicas bajo pedido.
“Disfrutaba mucho experimentar, tomar un material, tener una idea, crearla y eliminar cualquier duda sobre cómo quedaría”, enfatizó.
“Diseñé y fabriqué mi anillo favorito; es parte de mi marca personal. Es de bronce con plata y la parte superior recta. Me encanta cómo queda y ha captado mucha atención debido a su diseño; es un diseño único”, detalló.
Estos proyectos han permitido que el egresado del Tec Guadalajara pueda exhibir sus obras en reconocidas exposiciones como el Abierto Mexicano del Diseño, Wanted Design NYC, Design Week México, el Museo Nacional de Arte, entre otras.
Crecer para cumplir metas
El camino profesional de Omar Avilez tomó un giro decisivo cuando un compañero de LDI le informó sobre una oportunidad de trabajo en TANE.
“Decidí confiar en el proceso y, cuando me aceptaron, me mudé a la Ciudad de México para iniciar esta nueva etapa. Siempre he creído que las oportunidades llegan cuando es momento de crecer”, señaló.
Han pasado 3 años desde que Omar se desempeña como gerente de desarrollo de producto, al coordinar equipos para garantizar el desarrollo e ingeniería de piezas antes de su lanzamiento.
“Me toca participar en procesos de fabricación, prototipado y desarrollo 3D, además de dialogar con diferentes áreas de la empresa para la planificación y resolución de problemáticas en la producción y venta”, mencionó.
“Todos tenemos metas, objetivos y sueños, y TANE no es mi única meta. Estos logros se construyen con constancia, decisión y sin distracciones, guiados por quienes somos”, subrayó.
"La joyería, es un producto mini, pero puede ser tan detallado como el diseñador decida".
Libertad para explorar y decidir
“Todos diseñamos cosas, desde un viaje, un plan, una rutina, un día, hasta un objeto o incluso un robot. Creo que el diseño es parte de nuestra naturaleza humana”, resaltó Omar Avilez.
Finalmente, alentó a estudiantes del Tec Guadalajara a explorar su futuro profesional con libertad, y a las expresiones artísticas desde el autoconocimiento y el enriquecimiento del entorno.
“Es importante dedicarnos tiempo para explorar libremente, ya que el exceso de significado cansa y más cuando la falta de autenticidad es evidente. Los significados deben reservarse para cuando sean genuinos y reales”, destacó.
“Confío en que nada es para siempre y que tenemos la libertad de tomar decisiones más allá de nuestra situación actual y de quienes somos en este momento”, concluyó Omar Avilez.
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