Alumnos del campus Ciudad de México ganaron en el Shell Eco-marathon, con propuestas como bioplásticos a base de hongos y fibras de algodón
Por Saray González | campus Ciudad de México - 21/05/2025 Fotos Cortesía Santiago Ramírez, Erika Rodríguez

¿Te imaginas un futuro donde los automóviles funcionen con bioplásticos y reciclaje de PET?

EcoVolt CCM así lo sueña, y gracias a su deseos por tener un futuro con menos contaminantes, la escudería del Tec Ciudad de México fue reconocida a nivel internacional con el Carbon Footprint Reduction Award dentro de la competencia anual Shell Eco-marathon.

Esta es la cuarta ocasión que reciben este premio off-track (fuera de la pista) al demostrar cómo su vehículo puede ayudar a reducir la huella de carbono, durante el maratón de Shell.

Shell Eco-marathon está dedicada a estudiantes universitarios de los 5 continentes y busca generar soluciones energéticas utilizando habilidades en áreas STEM construyendo sus autos eficientes en energía, para luego ponerlos a prueba en una pista.

 

Equipo de Sustentabilidad. Foto: cortesía Santiago Ramírez.
Equipo de Sustentabilidad. Foto: cortesía Santiago Ramírez.

 

El equipo conformado por estudiantes de Desarrollo SustentableMecánica y Biotecnología comparten lo que significa para ellos haber ganado este premio internacional.

“Me parece algo muy esperanzador, sobre todo viniendo de este tipo de empresas en particular, la sustentabilidad es innegable y esto no solamente es un premio más, es investigación, es esfuerzo y es justo romper con muchos estereotipos.

“Es mostrarle a las demás personas que hay otro camino y que el futuro se encuentra en la sustentabilidad”, menciona Santiago Ramírez Villegas.

Además, resalta el papel de los estudiantes de Desarrollo Sustentable dentro de EcoVolt CCM.

“La mayoría del equipo de sustentabilidad dentro de la escudería está conformado por estudiantes de Desarrollo Sustentable, lo cual ha sido clave para obtener 3 veces el premio. Nuestro enfoque técnico y comprometido ha sido fundamental para alcanzar ese reconocimiento”.

 

 

Un automóvil hecho con hongos, fibras naturales y PET

Shell premió al equipo de campus ciudad de México gracias a 3 proyectos sustentables: uno de bioplásticos a partir de hongos ostra, otro de fibras naturales y uno más enfocado en el reciclaje de PET que transforma botellas en filamento para impresoras 3D.

El equipo explica que uno de los principales diferenciadores de las demás escuderías se centró en realizar un análisis de ciclo de vida (ACV) detallado, para entender cuánta contaminación de dióxido de carbono (CO₂) se producía al fabricar las partes del coche.

Fuimos de los pocos equipos que incorporaron una evaluación ambiental basada en evidencia científica, utilizando herramientas especializadas como SimaPro para modelar el impacto ambiental de nuestro monoplaza. 

“Esta metodología no solo permitió tomar decisiones más informadas, sino que también consolidó nuestro liderazgo técnico en sostenibilidad dentro de la competencia”, añade Santiago.

Este análisis fue asesorado por el profesor investigador Zeus Hiram Zamora Guevara, quien brindó asesoría en ese tema, tanto en la competencia pasada y en esta temporada.

La propuesta de fibras de algodón para el monocasco fue una de los más destacadas, ya que permitió observar el impacto ambiental desde la producción del algodón hasta el fin de su uso en el coche.

 

“El futuro se encuentra en la sustentabilidad” .- Santiago Ramírez Villegas.

 

“Una de las ideas fue usar fibras de algodón para construir la estructura principal del coche. Esta idea fue buena porque el ACV permitió ver todo el impacto ambiental del algodón, desde que se siembra y se cosecha, hasta qué sucede con él cuando el coche ya no se usa”, explica Iñaki Arizabalo.

Por su parte, la alumna Laura Flemate explica que una de las razones por las que se enfocaron en generar bioplásticos derivados del micelio de hongo ostra, fue debido a su versatilidad.

“Queremos buscar alternativas más amigables con el medio ambiente, para poder reemplazar ciertas partes del coche, como los soportes de los espejos o incluso el volante”, añade.

Al ser proyectos que involucran una experimentación previa, los estudiantes se enfrentaron a diversos retos, incluyendo la limitación del acceso a laboratorios y llevar un proceso de prueba y error con los cultivos de hongos, pero que esperan poner a prueba en la próxima temporada.

 

Eco Volt CCM recibiendo cheque en el Shell Eco-Marathon Foto: cortesía Santiago Ramírez.
Eco Volt CCM recibiendo cheque en el Shel Eco-Marathon Foto: cortesía Santiago Ramírez..

 

Un futuro sustentable y con impacto social

Aunque el enfoque principal es reducir la huella de carbono, el equipo comenta que también quieren ver más allá de soluciones sustentables y que por ello hacen un esfuerzo por crear un impacto social.

Este año, durante el reciclaje de botellas PET, lograron donar 8 kilos de tapitas a una asociación de niños con cáncer.

A pesar de los obstáculos, mencionan que el premio los impulsa a seguir soñando por un futuro más sustentable y aconsejan a no subestimar el impacto de sus acciones.

“Los beneficios no se ven luego, luego, muchas veces creemos que nuestro granito de arena no va a servir de nada, pero en realidad de granito en granito, todos podemos construir una playa”, finaliza Emilio Botello Oliva.




 

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