El experto en neurogenética Pat Levitt fue invitado por el Tec y Fundación Femsa para compartir sus hallazgos de cómo el desarrollo óptimo de la primera infancia conlleva a sociedades más prósperas
Por Susan Irais | Redacción Nacional CONECTA - 17/01/2023 Fotos Shutterstock, Alejandro Salazar

Retos actuales como la productividad, ciudadanía responsable, productividad económica, comunidades fuertessociedades justas y equitativas, podrían resolverse al brindar atención y cuidados en la primera infancia, así lo señala el investigador Pat Levitt.

Y es que las experiencias, genes, edad y entorno donde viven los niños son componentes fundamentales para la construcción del cerebro, especialmente durante los primeros 6 años de vida, destacó el experto en la charla Primera Infancia, organizada por Fundación Femsa y el Tec de Monterrey.

"Los primeros años de la infancia son determinantes para el florecimiento humano y por ende para sociedades prósperas", enfatizó Levitt, quien es director, vicepresidente e Investigador en jefe del Saban
Research Institute
 del Hospital Infantil de Los Ángeles.

Añadió que los entornos y las experiencias que brindamos a los niños también afectan el funcionamiento del corazón, pulmones, la digestión, la producción de energía, sistema inmune y su crecimiento.

 

Pat Levitt, director y vicepresidente e investigador en jefe del Saban Research Institute del Hospital Infantil de Los Ángeles.
Pat Levitt, catedrático en neurogenética de la Universidad del Sur de California, en su conferencia durante el congreso de educación del Tec de Monterrey


El cerebro en construcción

Levitt fue invitado a compartir sus hallazgos sobre primera infancia en el marco del Congreso Internacional de Innovación Educativa 2023 del Tec de Monterrey.

El experto explicó que las neuronas comienzan a formarse desde el primer trimestre del embarazo, después hay cuatro periodos críticos:

-A partir del nacimiento se desarrollan los sentidos, la visión, escucha y tacto.

-En la primera infancia se forman aquellas relacionadas con el lenguaje, símbolos e ideas, relaciones sociales y habla.

-La etapa de la infancia es vital para la cognición alta, donde se adquieren competencias necesarias para razonamiento, lecturas, matemáticas y estrategias.

-Por último, en la adolescencia, se desarrolla el pensamiento crítico.

Levitt ejemplificó que durante la construcción de los circuitos cerebrales el tiempo es vital: “piense que obtienen un carro hecho un viernes en la tarde por trabajadores presionados por terminar pronto y por salir a descansar”.

Por lo que sucede lo mismo con el cerebro en desarrollo: si los niños tienen factores que no favorecen estas temporadas, el resultado afecta la arquitectura del cerebro.

Aquí se puede conocer más sobre la investigación de Pat Levitt junto con integrantes del Center of Developing Child de Harvard:  "La conexión entre el cerebro y el resto del cuerpo: el desarrollo infantil temprano y la salud para toda la vida están profundamente interconectados".

 

Estrés tóxico, el gran enemigo del cerebro el formación

De manera natural, las amenazas externas desencadenan una respuesta al estrés en el cuerpo, entonces diversos sistemas relacionados con la actividad cerebral se ponen en modo alerta, por ejemplo, el pulso y la respiración se aceleran, la energía y el flujo sanguíneo se concentran en atacar posibles infecciones por heridas.

Aunque no todo el estrés es negativo, explicó Levitt; calificó de un "estrés moderado" en el caso de si un niño es “castigado” por una mala acción, la respuesta del cuerpo pasará y se restaurará el equilibrio y la biología.

Pero explicó cuál es el peligro: el "estrés tóxico", ya que es uno los ingredientes que más afectan el desarrollo del cerebro en la primera infancia.

Éste llega a presentarse cuando el menor está en constante amenaza de maltrato o abandono, el cuerpo continúa con la función de estrés activa y eso compromete la inversión del cuerpo en el desarrollo cerebral.

 

 

Los ingredientes para un desarrollo óptimo

 

A lo largo de su investigación en primera infancia, Pat Levitt ha concluido que las relaciones sociales y la alimentación se convierten aliados para desarrollar un cerebro bien calibrado.

"Si ponemos atención en la alimentación prenatal estaremos contribuyendo en la primera etapa de formación de las neuronas", dice.

Además, si el niño vive en un entorno con relaciones comprensivas y relaciones sociales estimulantes tiene más posibilidades de desarrollar circuitos cerebrales que promuevan el desarrollo positivo y la salud para toda la vida.

"El cuerpo está interconectado y los sistemas influyen unos en otros", dijo. Eso quiere decir que si tenemos un buen desarrollo cerebral desde las primeras infancias, también habrá un mejor funcionamiento del corazón, pulmones, digestión, la producción de energía, sistema inmune y crecimiento.

En otras palabras, tendrá menos riesgo de presentar algunas enfermedades crónicas como hipertensión y diabetes.

Incluso, "la investigación sugiere que los factores de riesgo para el abuso de sustancias en adultos están relacionados con experiencias de estrés tóxico durante la infancia".

 

Pat Levitt en dialogó con Guillermo Torre, rector de Tec Salud, para abordar la relevancia de la primera infancia.
 
Diálogo con Guillermo Torre

Resiliencia, una fortaleza que se crea

Levitt explicó que las interacciones sociales también dan forma a la estructura cerebral, por ejemplo contribuyen al desarrollo de la resiliencia.

Si un niño vive en un entorno contrario al abandono, es decir, con relaciones de apoyo y donde promuevan el desarrollo social, emocional y cognitivo, se desarrollará fortalecido.

La resiliencia es una aliada para contrarrestar los efectos de estrés tóxico, por esta razón, "la sociedad también es responsable del florecimiento de los niños", argumentó.

El investigador del Saban Research Institute también aconsejó crear relaciones receptivas, reducir las fuentes de estrés y fortalecer las habilidades social, emocional y cognitiva. 

"Estos ingredientes darán como resultado adultos florecidos y estabilidad económica para las comunidades", aseveró.

 

La Tríada toma el reto de la primera infancia

La Tríada, la alianza entre Tec de Monterrey, la Universidad de los Andes de Colombia (Uniandes) y la Pontificia Universidad Católica de Chile, ha tomado el reto de incidir en la primera infancia.

Esta iniciativa comenzó hace un año y medio en conjunto con la Fundación FEMSA para mejorar la calidad de vida y bienestar de los niños de América Latina y sus familias.

En ese sentido, Pat Levitt en su interacción de la sesión con Guillermo Torre, rector de Tec Salud, opinó que "el Tec tiene todos los ingrediente para tomar el reto de primeras infancias y hacerlo accionable: tiene motivación; justificación; excelentes programas clínicos; investigación creciente; conexiones cada vez mayores con el sector privado y mentes jóvenes".

 


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