Un aula donde se reconocen y validan las emociones es un espacio donde los estudiantes se sienten más cómodos para aprender y relacionarse.
Así lo consideran Zarina Regino y José Julián Nájar, psicólogos y colaboradores en el Tec de Monterrey, campus Querétaro.
Contar con una ruta de intervención emocional, proporciona un marco para identificar, comprender y responder de manera efectiva a las dificultades emocionales que puedan surgir en el entorno escolar, explican.
“Ustedes, como docentes, tienen la oportunidad de darse cuenta si algo está pasando con algún estudiante", señala Regino.
“Detectar qué les pasa les permitará poder canalizar de manera adecuada”, agrega.
Conoce una guía de acciones para apoyar a tus estudiantes:
- Punto de partida: reconocer señales.
- Acércate, escucha y no enjuicies.
- Estrategias y actividades que puedes implementar.
- Colaboración: canaliza con expertos
- Mantente en constante capacitación
- Profesor, profesora: cuida también de ti
Punto de partida: reconocer señales
Es importante reconocer en los estudiantes cambios en el comportamiento, dificultades para concentrarse o problemas en relacionarse, enfatiza Nájar.
El psicólogo de la Dirección de Bienestar y Consejería del campus Querétaro enlista las situaciones de riesgo más comunes en las aulas:
- Depresión y ansiedad
- Estrés
- Apatía
- Problemas familiares
- Baja autoestima
“En algunas ocasiones son consecuencia de algún espectro", especifica. Entre ellos, pueden encontrarse:
- Déficit de atención e hiperactividad
- Trastorno del espectro autista
- Dislalia (trastorno del habla)
- Dislexia (dificultad en el aprendizaje de la lectura o la escritura)
- Disgrafía (incapacidad de escribir de un modo correcto los sonidos percibidos)
- Discalculia (trastorno de la capacidad de resolver problemas matemáticos)
Acércate, escucha y no enjuicies
Los especialistas recomiendan tener un acercamiento con sus estudiantes, evitando enjuiciar y escuchar de manera activa.
“Para un primer acercamiento como profesor, se recomienda empezar saludando, escuchar activamente, mantener la calma y no enjuiciar, preguntar cómo se siente el alumno, si necesita ayuda o si desea platicar”.
Además, destacaron la importancia de identificar los perfiles de los estudiantes, para que en caso de presenciar alguna crisis, brindar la ayuda en ese momento.
“Simplemente es poder detectar y canalizar a tiempo estas situaciones de riesgo emocional en las que se puedan encontrar nuestros estudiantes.
“Sin embargo, hay que reconocer nuestros propios límites desde nuestro rol para que otros roles y otras personas dentro de la estructura de red de apoyo de nuestro estudiante, puedan también apoyar y hacer las intervenciones pertinentes”, destaca Nájar.
"Como docentes tienen la oportunidad de darse cuenta si algo está pasando con algún estudiante".- Zarina Regino
Estrategias y actividades que puedes implementar
“Todos podemos intervenir, todos podemos tener estos primeros auxilios psicológicos, todos tenemos la capacidad de empatía y de servicio", destaca Nájar.
Las estrategias pueden variar: desde técnicas de relajación y mindfulness hasta actividades de resolución de problemas y desarrollo de habilidades sociales.
Por ejemplo:
- Para un estudiante que experimenta ansiedad, podemos utilizar ejercicios de respiración profunda, visualización guiada o journaling.
- En el caso de un estudiante que tiene dificultades para relacionarse con sus compañeros, se podrían implementar juegos cooperativos, role-playing o programas de entrenamiento en habilidades sociales.
También es recomendable utilizar materiales y recursos variados, como libros, juegos, videos y tecnología, para mantener su atención y hacer que las sesiones sean más dinámicas.
Colaboración: canaliza con expertos
Trabajar en equipo con otros profesionales, como psicólogos u orientadores escolares, es primordial para brindar un apoyo integral, consideran los expertos Tec.
“Cualquier situación de riesgo o situación crítica, por favor cerciórese de que su estudiante no se quede aislado, que reciba la atención, que pueda tener un seguimiento", reitera Regino.
En el caso del Tec de Monterrey, señalan que existen las direcciones de Bienestar Estudiantil y Consejería Emocional en cada uno de sus campus, donde se puede brindar un acompañamiento y orientación a los estudiantes.
El Tec también cuenta con la línea TQueremos (800 813 9500), la cual brinda ayuda emocional las 24 horas del día.
Mantente en constante capacitación
El participar en talleres y mantenerse en capacitación, permitirá a las y los profesores identificar oportunamente si algún estudiante pasa por alguna situación compleja.
“Es importante el poder identificar cuál es nuestro rol, y dentro de este rol, cuáles son los límites que nosotros tenemos para poder intervenir con nuestros estudiantes, y de ahí, gestionar otro tipo de intervenciones con especialistas”, remarca Nájar.
Como punto de partida, en el apartado TQueremos en web, hay talleres, guías, materiales y múltiples recursos relacionados a temas emocionales, para los docentes que así los requieran como apoyo en sus clases.
Profesor, profesora: cuida también de ti
Finalmente, los especialistas comentan que el auto cuidado también es importante, sobre todo luego de apoyar a alumnos con temas emocionales.
Sugieren a los docentes, identificar sus propias emociones, monitorear su salud física y mental, así como solicitar apoyo en las intervenciones con estudiantes.
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