Desde que era pequeña, Lina Rangel soñaba con dar vida a sus dibujos.
Hoy, como animadora 2D y profesora en campus Monterrey, ha logrado plasmar esa pasión en su trabajo y colaborar con estudios de animación japoneses.
Bajo el pseudónimo Lina Hoshi, la docente de Arte Digital en la concentración Ilustración y Narrativa Secuencial, recientemente participó en la realización de la seria Isekai Suicide Squad del estudio Warner Japan y Studio Wit.
“Para esta serie colaboré en los episodios 8 y 10 en los que pude realizar diversos cortes animados para cada episodio, fueron cerca de 21 cortes los que realicé para esta serie animada.
“Todo lo hice siguiendo el storyboard de la historia, además de tener sesiones en conjunto con los directores del proyecto, quienes nos iban dando las indicaciones o modificaciones de las escenas”, explicó.
Otros de los estudios con los que la docente ha colaborado son MAPPA, Estudio Bones, Pierrot, Estudio Dee y Eone Productions, entre otros.
“Siempre me ha gustado el anime, así que en la búsqueda de un trabajo en animación tuve la oportunidad de encontrar un estudio mexicano dedicado a esto.
“Ellos estaban empezando a hacer trabajo por contrato para estudios japoneses y así comencé con esta labor, ya con el tiempo pude trabajar de forma independiente y tratar yo directamente con los asistentes de producción”, mencionó.
Actualmente, Lina Rangel desarrolla algunas escenas para la serie My Deer Friend Nokotan, producida por Studio Wit y la cual lleva al aire desde verano de este año.
"Poder procesar los movimientos que estoy dibujando es algo que me gusta mucho hacer".
Define su gusto por el anime
“Desde niña tuve gran interacción con las series japonesas”, comentó la profesora, “recuerdo ver Digimon, Pokemón y Sakura Card Captor”, agregó.
En ese momento Lina Rangel no tenía idea de a qué se iba a dedicar, sin embargo, el gusto por las artes se hizo presente desde entonces.
“Recuerdo que siendo niña también me encantaba pintar, así que mi mamá nos inscribió a mi hermano y a mi en clases de arte.
“Él quería aprender a dibujar comics y yo quería el curso de pintura, pero por alguna razón ambos tomamos el de cómic, después de un tiempo él dejó el curso, pero yo continué y ahí es donde empiezo a encontrar esta pasión”, afirmó
Fue en la preparatoria donde la docente terminaría por definir su futuro profesional al descubrir que existía la Licenciatura en Animación Digital.
“Desde que descubrí que había gente a la que le pagan por dibujar, por hacer animaciones, yo de ahí ya no salí y me fui directo a estudiar animación”, añadió.
Busca dar vida a sus personajes
Lina Rangel detalló que uno de los principales motivos por lo que le apasiona esta profesión es por la posibilidad de darle vida a un personaje animado.
“Con cada trazo estoy creando movimiento, para mí poder procesar los movimientos que estoy dibujando es algo que me gusta mucho hacer. Es un trabajo laborioso, son muchos dibujos y muchas veces poco tiempo que tengo de entrega, pero como es algo que me gusta mucho hacer, le dedico muchísimo tiempo”, afirmó.
Otra de las ventajas de la animación, agregó, es la oportunidad de formar parte de comunidades de profesionistas que crean oportunidades laborales para más animadores.
“Al estar dentro de la industria y rodeada de más gente que se dedica a cosas similares, me fui dando cuenta de que nosotros mismos creamos oportunidades de trabajo.
“Ya sea en una empresa, por contratos o por trabajo independiente, entonces creo que mucho de estas áreas de arte es crear estas posibilidades de exposición y crecimiento”, dijo.
“Siempre me ha gustado el anime, así que en la búsqueda de un trabajo en animación tuve la oportunidad de encontrar un estudio mexicano dedicado a esto".
Retos a través de las fronteras
El proceso para trabajar con estudios japoneses también le ha presentado retos a la docente, por ejemplo, en temas de horario, idioma y retroalimentación continua.
“Fue muy difícil las primeras veces que empecé a trabajar con estudios de Japón porque me mandaban muchas correcciones.
“Pero con el tiempo uno se acostumbra porque al final del día siempre hay directores que están haciendo esas observaciones por el bien de la producción”, señaló.
El shock cultural es otro de los temas que traspasó fronteras y con el que la docente tuvo que aprender aspectos sociales clave de la cultura japonesa.
“El primer shock cultural que tuve fue con el tema de los horarios y la inmediatez con la que esperan que respondas y también con el tono formal de las conversaciones, para eso me ayudo de un traductor digital.
“Los correos suelen llegarme entre la medianoche y las 2 o 3 de la mañana, entonces tengo que ponerme alarmas y estar despierta en ese lapso para responder lo más rápido posible”, compartió.
“Al estar dentro de la industria me fui dando cuento de que nosotros mismos creamos oportunidades de trabajo".
Del estudio al salón de clases
Compartir su experiencia y enseñar a más jóvenes a desarrollar sus habilidades de animación es su mayor inspiración, detalló la profesora Lina.
“Cuando me gradué de la carrera me di cuenta de que no había muchos profesores que enseñaran el software de animación Toon Boom Harmony, que es uno de los más importantes.
“Yo sí lo manejaba, así que cuando comencé con mis entrevistas laborales y comenzaron a ver en mi curriculum que dominaba ese software fue que me abrieron la posibilidad de ser profesora”, mencionó.
Con 8 años como profesora, Lina Rangel aseguró que su labor académica le ha permitido compartir su conocimiento y experiencia con sus estudiantes, además de mantenerse actualizada en las tendencias.
“Ver pasar a las generaciones por el salón me ha permitido conocer nuevos programas y técnicas, además de ver cómo cambian las generaciones.
“Esta labor también me ha dejado satisfacciones personales, ver mi nombre en los créditos de la pantalla; además de otorgarme la confianza de relacionarme con más personas”, puntualizó.
NO TE VAYAS SIN LEER: