En colaboración con la Fundación Japón en México y la Escuela de Arquitectura, Arte y Diseño del Tec de Monterrey, campus Ciudad de México recibió la exposición Built environment: An alternative guide to Japan.
La exhibición constó de 80 obras expuestas en el claustro de CEDETEC, donde a través de imágenes y audiovisuales se mostró la historia, avances y el contexto arquitectónico del país nipón.
La profesora Tec, Lilian Salazar explicó que el propósito de esta exposición va más allá de darle visibilidad a la arquitectura japonesa en nuestro país, sino que su verdadero objetivo es mostrar cómo se puede enriquecer una cultura a partir de otras.
“Es importante saber lo que pasa a tu alrededor o incluso saber lo que sucede en otros lugares del mundo.
“La vida se trata de aprender unos de otros, apoyándonos mutuamente para superar las adversidades”, destacó.
La arquitectura de dos culturas
Durante la inauguración de Built environment: An alternative guide to Japan se condujo una plática por parte de la fundación y la escuela para estudiantes y profesores sobre los principios del diseño en Japón y la importancia de las influencias arquitectónicas entre ambos países.
Los ponentes de ambas instituciones enfatizaron en el intercambio de ideas entre la cultura mexicana y la japonesa, y lo primordial que es considerar nuestro contexto ambiental y quienes habitan ahí.
“No puedes simplemente poner algo nuevo en un lugar, tienes que absorber lo que ves a tu alrededor”, añadió Marie Sato, subdirectora de la Fundación Japón en México.
“La vida se trata de aprender unos de otros, apoyándonos mutuamente para superar las adversidades”.- Lilian Salazar.
Igualmente, comentaron que al ser México y Japón países con una elevada actividad sísmica, se deben generar ideas y soluciones con el fin de crear edificaciones más seguras.
“Esperamos que con esta exposición puedan conocer los diferentes espacios y soluciones para resistir los desastres naturales”, compartió Marie Sato.
Además, destacaron cómo ambos países se han inspirado mutuamente en los principios estéticos, como es el caso de la inspiración que toma abiertamente Tadao Ando (premio Pritzker de Arquitectura 1995) del arquitecto mexicano Luis Barragán (premio Pritzker 1980).
Por último, Lilian Salazar compartió que traer la exposición al campus fue posible gracias a la colaboración entre la Fundación Japón y el proyecto artes y cultura en el Tec.
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