Con la inteligencia artificial (IA) y realidad aumentada para identificar y disminuir sesgos, adentrarse en el entorno jurídico vía simulaciones e incitar al entendimiento del lenguaje legal, es que la profesora Velda Gamez apuesta por la integración tecnológica en su aula.
La profesora de Derecho de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tec de Monterrey busca preparar a sus estudiantes en una disciplina en la que las tecnologías emergentes proveen nuevas perspectivas que impactan en las vidas de las personas.
La docente de campus Santa Fe ha integrado herramientas tecnológicas y de inteligencia artificial en sus clases como parte de un proceso evolutivo constante, impactando a cientos de estudiantes en el país y promoviendo una perspectiva interdisciplinaria en el proceso.
“La tecnología para mí es una herramienta del día a día. Incorporarla a mis clases me permite también descubrir cómo el ser humano interactúa con esta tecnología y rompe con antiguas burbujas de conocimiento".
En CONECTA, te compartimos cómo Gamez se ha propuesto impulsar a sus alumnos a romper paradigmas con el apoyo de la tecnología para crear profesionistas competitivos que busquen, ante todo, crear un mundo más justo.
“La tecnología es una herramienta, pero la última decisión siempre tiene que pasar por el humano".

Identificando y disminuyendo sesgos con IA
La profesora desafía a los jóvenes a combatir tanto sesgos internos a partir de su detección con herramientas de IA generativa.
“Alimentamos a la herramienta con datos sobre algunas sentencias para identificar patrones relacionados con sesgos, sobre todo de género y de infancias. Vemos cómo estos sesgos permean y llevan a resoluciones injustas.
“Hemos analizado delitos como homicidios cometidos por mujeres contra sus violentadores. Vemos que cuando quitas los sesgos y entiendes el contexto, nos permite hacer un juicio desde otra perspectiva.”
Con este ejercicio, los estudiantes también exploran cómo dichos sesgos discriminatorios son creados a partir de cuestiones como la socialización y, al trasladarse a cuestiones como los algoritmos, la tecnología puede replicarlos.
De este modo, la profesora explica que esta práctica, bajo el concepto de justicia minotaúrica (burocrático y opresivo), les inculca a su vez el pensar en estas tecnologías de IA como ayudantes, aunque la toma de decisiones siempre recaerá en el humano.
“La tecnología es una herramienta, pero la última decisión siempre tiene que pasar por el humano. La IA nos puede dar un prospecto de sentencia, pero tendrá que ser el juez capacitado y especializado quien decida.
“Si estamos viendo a la IA como un atajo en nuestra disciplina, nos vamos a equivocar y vamos a trabajar doble. Lo que estas tecnologías hacen es que nos ayudan a ampliar nuestro pensamiento, como una especie de diálogo mayéutico”.
“La tecnología es una herramienta, pero la última decisión siempre tiene que pasar por el humano".

Aliada en construir experiencias "reales" atractivas
Para Gamez, otro de los principales beneficios de incorporar este tipo de herramientas en su enseñanza recae en las posibilidades de inmersión a partir de recrear experiencias profesionales de la vida real.
De tal modo, la docente ha utilizado herramientas de realidad virtual (VR) o realidad aumentada para transportar a sus alumnos a pruebas de audiencias y simulaciones de juicios orales en el espacio virtual del metaverso.
“Esto fue inspirado por su uso en este contexto en Chile (...) con los VR lo que hacemos es una especie de role-play, donde pueden tomar a veces el rol del juez, de un abogado abordando el caso.
“También, como parte del ejercicio, los alumnos empiezan a ver reflejados algunos sesgos de tecnología en la vida real, en el tema de la fiabilidad, pruebas de confianza y otros elementos”.
A partir de este tipo de experiencias inmersivas, la profesora también prepara a los estudiantes a familiarizarse con estas tecnologías y determinar si existe algún tipo de disonancia cognitiva en sus personas o incluso sesgos internos que Gamez invita a romper.
“Alimentamos a la herramienta con datos para identificar patrones relacionados con sesgos y vemos cómo estos pueden llevar a resoluciones injustas."

Promueve la reflexión desde lo interdisciplinario
De acuerdo con la investigadora, en la actualidad son limitados los abogados que entienden la gama de aplicaciones jurídicas con inteligencia artificial, y que verdaderamente exploten su potencial.
Al mencionar algunos usos prácticos de la IA en el ámbito jurídico, como lo es el sorteo y filtrado de datos o la creación de cronologías complejas alrededor de un delito, esta comparte cómo la aplica desde la interdisciplinariedad.
“En nuestro campo existe un gran problema que es que se tiende a la ceguera del lector, a la interpretación de palabras y al mal uso de palabras como sinónimos dentro de las leyes”.
Desde una visión interdisciplinaria, la docente reta a sus estudiantes a utilizar herramientas de IA para navegar la cantidad, variedad y usos que se le pueden dar a una sola palabra en una misma ley, incitando al diálogo y la reflexión en el proceso.
“Este ejercicio les permite identificar y trabajar en el análisis de estos documentos y reflexionar sobre las consecuencias.
"Por ejemplo, en clase hemos trabajado con la Ley General de Víctimas, en el que reflexionan sobre cómo es que una misma palabra, en este caso ‘víctima’, no es usada de la misma manera en toda la ley y eso es algo que repercute, principalmente en las sentencias”.

El objetivo final: egresados con formación compleja y competitiva
Finalmente, la profesora remarcó que el uso de este tipo de tecnologías en el campo jurídico ya no es algo nuevo y, por lo mismo, es imprescindible que los futuros egresados se adapten a ellas y a los cambios que traerán continuamente.
“Al final del día, la tecnología y la inteligencia artificial se utilizará; creo que es algo que también aprendimos desde la pandemia, lo rápido que estas herramientas evolucionan y cómo se incorporan en todo.
“Me parece que esto es algo bueno, el que la tecnología abarate muchos procesos, porque dentro de eso también abarata cosas como la movilidad, la forma, el tiempo de lectura, de análisis de estos casos tan complejos”.
Siendo el caso, Gamez concluye que si se utiliza de manera correcta como apoyo y no de manera sustitutiva, las nuevas tecnologías permitirán a los egresados ser más eficientes y eficaces en todos los procesos.
Asimismo, explicó cómo continúa enseñando diferentes usos de IA para la formación de sus estudiantes a partir de desafíos como, por ejemplo, entender la forma en la que la mediatización de casos puede crear data con respecto a la espera de culpabilidad.
Como punto de cierre, la investigadora alentó a los profesores a seguir familiarizándose y experimentando con estas tecnologías, aconsejando que siempre que incorporen una en su aula lo hagan con un propósito definido y, sobre todo, sin miedo a equivocarse.
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