Con la reciente escalada del conflicto bélico entre Irán e Israel, académicos del Tecnológico de Monterrey ofrecieron un análisis del contexto, los posibles escenarios a futuro y sus implicaciones globales.
Xóchitl Pimienta-Franco, profesora del campus Santa Fe, y Nicolas Foucras, profesor del campus Monterrey, coincidieron en que si bien las tensiones no son nuevas, la reciente escalada de la disputa tiene un impacto relevante en el contexto geopolítico global.
“Este es un conflicto que ya tiene muchísimos años y que se ha recrudecido con los ataques de Israel hacia Teherán y la reciente respuesta iraní (al lanzar misiles a Israel)", comentó Pimienta-Franco.
“Por el momento nos encontramos en un punto de cese al fuego, pero lo cierto es que estamos en medio de una guerra bastante compleja con una presión por desescalar”, añadió.
Este conflicto, bautizado informalmente por el presidente Donald Trump como la "guerra de los 12 días", los docentes compartieron a CONECTA las implicaciones en Medio Oriente y el mundo.

Nueva fase de un conflicto histórico
De acuerdo con Foucras, a pesar de que el conflicto entre Irán e Israel tiene un trasfondo histórico, es a lo largo de los últimos meses que se ha visto un renacer del mismo ante el ojo público.
En el año 1979, la revolución islámica se alzó con el poder en Irán. Desde entonces, el país persa rompió relaciones con Israel y lo considera su enemigo, al igual que Estados Unidos (EEUU).
Similarmente, la profesora indicó que la revitalización se debe en parte al lanzamiento de la operación Rising Lion (León Ascendente) por Israel, descrito como un ataque aéreo sorpresa con el fin de destruir las capacidades del programa nuclear iraní.
“Ante este ataque, hay una respuesta iraní y eso es lo que hace que se recrudezca este conflicto, ya que Irán responde en este último momento reciente con misiles balísticos en contra de Israel que impacta zonas urbanas”, aclaró la académica.
Tras el reporte de heridos y daños a la infraestructura, tanto militar como la civil de primer uso, Pimienta Franco señaló la intervención estadounidense con la operación Midnight Hammer (Martillo de Medianoche) el 21 de junio.
Este ataque realizado con aviones bombarderos furtivos B-2 que lanzaron bombas antibúnker a instalaciones nucleares iraníes de Fordow, Natanz e Isfahán.
“Esta operación afectó instalaciones nucleares iraníes y como consecuencia, Irán responde también lanzando misiles contra bases estadounidenses en puntos como Qatar lo que lleva a una negociación y un cese al fuego”, indicó.
Si bien este es el contexto actual del conflicto, el investigador añadió que estos últimos detonantes han sido en parte producto de una asimetría creciente en la región, a la par de conflictos paralelos como la guerra en Gaza.
Asimismo, la profesora señaló el escenario actual como una continuidad en la guerra en las sombras o guerra subsidiaria entre estos actores, ya que ambos países se han enfrentado indirectamente durante años pasados a través de terceros actores.
“Aunque Israel haya atacado directamente a Irán, que como decimos es pisar una línea roja, realmente no es algo nuevo, solo se ha escalado a una etapa semidirecta, con otros actores involucrados, tras muchos años de guerra indirecta”.

¿Cuáles son los intereses de los actores involucrados?
Según lo compartido por Foucras y Pimienta, el principal objetivo de Irán es el de fortalecer su posición regional, defender su programa nuclear, considerado un símbolo de poder nacional y continuar con un proceso de reconstrucción y estabilización.
No obstante, este programa es visto por Israel como una amenaza que provoca tensiones continuas, por lo que su interés parece centrarse en prevenir que el estado persa desarrolle armas nucleares, lo que ha llevado a ataques a instalaciones militares y nucleares.
Por otro lado, desde Estados Unidos, la experta indicó que Washington busca mitigar el impacto del conflicto en el mercado energético global y ejercer presión sobre Irán para que detenga su programa nuclear.
“Su intención es evitar una guerra regional prolongada, que no afecte el precio del petróleo y la estabilidad global. Por eso han estado haciendo estos ataques,un poco disuasivos.
“Lo interesante de Estados Unidos es que parece buscar apoyar a Israel, sin involucrarse totalmente; presionar para presentarse como un mediador exitoso y disuadir de atacar a socios estratégicos o instalaciones.”
En la región, actores como Qatar y Arabia Saudita también parecen actuar como mediadores para reducir tensiones, ya que ambos temen una desestabilización que podría afectar sus intereses económicos, especialmente en el sector energético.
Foucras también mencionó que Rusia y China parecen mantener una postura de contención para evitar una mayor intervención occidental; de tal forma se enfocan en fortalecer sus relaciones con Irán en el contexto geopolítico actual.
“Diría que hay que tener claridad de que las grandes potencias (como es el caso de algunos de los países europeos) difícilmente van a entrar en una confrontación directa por esta región”, explicó la profesora sobre el involucramiento de otros Estados.

El impacto más allá del Medio Oriente
Adicionalmente, los expertos subrayaron la importancia de contemplar este conflicto y sus efectos más allá de la región del Medio Oriente, considerando su impacto en el eje económico e incluso en la estructura de la política internacional.
“China, aunque sea de manera muy pragmática, puede que sea el actor no directo que más podría perder al verse afectado. Irán es un gran proveedor de petróleo, y más que Irán, todo el Golfo Pérsico.
“EEUU ha ido adquiriendo poco a poco cada vez más independencia y soberanía energética, pues ya su principal proveedor es Canadá; pero China depende del Medio Oriente, por eso Irán no puede cerrar el estrecho de Ormuz”, opinó Foucras.
El estrecho de Ormuz es un paso marítimo entre Omán e Irán por donde pasa aproximadamente una quinta parte de la producción mundial de petróleo.
La profesora de Santa Fe añadió que -en el esquema global- se podría ver un cambio importante en el precio del crudo debido a que la extracción y exportación se verán comprometidas; algo que se replica en el tema de energía y gas.
En el tema nuclear, el docente señala que Occidente continúa viendo al programa iraní como una amenaza al orden hegemónico, explicando que ante los bombardeos estadounidenses, este no se desvanecerá pero si se verá más oculto.
“El proceso de enriquecimiento de uranio se va a hacer de manera mucho más clandestina que antes, entonces creo que eso va a empeorar la situación, ya que va a ser mucho más costoso adquirir esta información para otros actores".

¿Cambios de paradigma en el orden global?
Otro punto relevante marcado por los profesores a partir de este conflicto es la manera en la que se han denotado nuevamente las limitaciones actuales de los organismos internacionales, del derecho internacional y del orden del siglo XX.
“Los organismos internacionales tienen una sólida convicción de llamar a la paz, pero no cuentan con la capacidad de acción o financiamiento para hacerlo.
“Está la Agencia Internacional de Energía Atómica, la OTAN, la Unión Europea, la ONU, etc. que van a presionar para que haya acuerdos diplomáticos y alcanzar la paz, pero su acción está limitada”, consideró Pimienta.
En el caso del bloque europeo, Foucras consideró que los tres actores con mayor peso - Alemania, Reino Unido y Francia- han intentado mantener vivo el diálogo de la diplomacia y el derecho internacional,pero se han visto marginalizados.
“Desafortunadamente, hay poco espacio para la neutralidad en el contexto geopolítico actual (...) Trump lo dijo en su propio lenguaje: queda poco espacio para el derecho internacional y por ende para los países que se han quedado en este esquema.
“Creo que este tipo de conflictos contribuyen a un mayor aislamiento de Europa; en este periodo de transición geopolítica no nos podemos refugiar detrás del derecho o apoyarnos en él para adquirir influencia. Es una era mucho más pragmática”.
Similar a otras crisis de esta índole, los docentes explicaron cómo existe un creciente fortalecimiento de un orden contrahegemónico con actores como Rusia y China ganando influencia y nuevas formas de abordar dichos conflictos desde las grandes potencias.

Algunos de los escenarios visualizados
De acuerdo con el profesor de campus Monterrey, el contexto actual del conflicto -debido a su constante evolución y cambios- se puede definir bajo una mirada relativamente “cortoplacista” que busca, ante todo, evitar otro escalamiento.
“Las tensiones siguen en pie. La amenaza de conflicto a mayor escala sigue en pie. A lo mejor va a haber insistencia en este cese al fuego, que todavía lo vemos muy inestable, pero muy probablemente se busque mantener.
“Con China y Rusia detrás de Irán, este se va a seguir consolidando en los próximos años. Probablemente (Irán) consiga este armamento nuclear con el respaldo de China, entonces, la amenaza no va a desaparecer”, consideró.
En el caso de la profesora Pimienta, la experta sugirió en un ejercicio de prospectiva que un mejor escenario involucraría un cese al fuego total, con diálogo entre ambos actores a través de intermediarios regionales.
El peor escenario, por otro lado, consideraría un involucramiento real de las grandes potencias que podría llevar a una escalada de la violencia, utilizando armas de mayor alcance y potencia.
Por último, en una perspectiva más plausible o realista, la internacionalista anticipa que continuarán los enfrentamientos hasta que las potencias intervengan por una "paz tensa," donde el conflicto se mantenga controlado y no se intensifiquen las hostilidades.
Siendo este el caso, se señaló la importancia de continuar estudiando el caso con una perspectiva más amplia y a largo plazo con la finalidad de evitar conjeturas prontas con base en declaraciones informales de los actores involucrados.
Línea del tiempo del conflicto
(Tiempo de México)
13 de junio: Israel bombardea con su aviación alrededor de 150 objetivos, entre instalaciones nucleares y complejos militares de Irán, logrando matar a mandos y científicos involucrados.
13 de junio: Horas más tarde, Irán responde lanzando oleadas de misiles y drones a ciudades de Israel, como Tel Aviv y Jerusalén.
14- 20 de junio: Irán e Israel intercambian ataques con bombardeos, misiles y drones.
21 de junio: Aviones de Estados Unidos bombardean las 3 instalaciones nucleares de Irán con bombas antibúnker, que pueden penetrar hasta 60 metros bajo tierra, y señala que el programa nuclear iraní fue seriamente afectado.
23 de junio: Irán bombardea una base militar de Estados Unidos en Qatar, sin causar daños.
24 de junio: El presidente de Estados Unidos anuncia que Irán e Israel pactaron un alto al fuego, dando fin a la "guerra de los 12 días".
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